De tanto empujar aquí y allá...
una tempestad empecé a desatar.
"La tierra de nadie" quise conquistar
pero mi esfuerzo se vio truncado,
Y el Perineo quedó anegado.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
De tanto empujar aquí y allá...
una tempestad empecé a desatar.
"La tierra de nadie" quise conquistar
pero mi esfuerzo se vio truncado,
Y el Perineo quedó anegado.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Abro la puerta y el bosque se reanuda....
Así es mi bosque de acacias, espejo de mi estilo de vida,
En donde muestro mis uñas al sol, delirando ente coníferas...
Entre las amapolas de la oscurecida,
elaboró mi luz con luciérnagas amigas
Mientras escucho la sinfonía del grillo, espero ardientemente tu venida.
La lluvia cae ante el altar de tus ojos,
desprendiéndose la finísima gasa
del angustioso pesar de pensar estar sin ti...
"Ángel de amor, sortilegio de caricias
Te quiero, ¿sabes?"
Irreal me siento sin la huella que dejabas en mi alma cada vez que me mirabas.
Quiero deslizarme entre las cascadas del cariño más tenaz.
Y junto al fuego me sentiré estar en tu laguna más amorosa.
Y más linda tu cara se hará al reverdecer de tu mirada.
Pero ahora los frutos de las coníferas, son recordatorios del abandono.
Cocodrilo sin alma, cancion sin sentido que empuja mi vida ante la desdicha de tu despedida.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Comencé la partida de mi particular Majhong.
Una "gruesa" de tornillos, tacos y arandelas esparcidos por el el suelo de mi pequeño antro.
Un caos ordenado, sobrevolado por aquel dragón que perseguía siendo niño.
Un dragon que acechaba detrás de cada tornillo y arandela. Tratando de formar el divino bolígrafo con el que escribí aquel panegírico sobre aquel santo martir, que murió ahogado por la tinta que vertí alabandolo. Y que ahora, tras estar preso tantos años por el crimen de tintura atroz, por fin le encuentro algo del significado oculto que siempre tuvo para mí aquella porquería de panegírico...pero no para el resto de ustedes, mis queridos y agradecidos anfitriones.
Creo que voy a desenterrar los restos de mi nave intergaláctica. Llamaré a Jaume el "electronicista" para que la repare, y luego la venderé en walapop, o en eBay, a fin de conseguir algo de sucio dinero que me permita comprar una pequeña ferretería bogotana, en donde pasarme las horas jugando Majhong con mi amigo Luis...Quizás más tarde elaboré otro de mis espléndidos panegíricos sobre aquel santo que un buen día subió a un avión para estar mas cerca de Dios, y acabo descuartizado por cierto pterodáctilo, algo malhumorado por tanta película infame de dinosaurios, en donde el papel principal recaía invariablemente en un tiranosaurio Rex, que al fin y al cabo no era más que otro imbécil con ínfulas...¿Será que la humanidad desciende de ese tipo...de tiranosaurio?...
¡¡¡ Ahí esta el detalle !!!
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Hoy estreno el Juke Box...
Y la primera canción, la verdad, me dejó mal sabor...
El Gallardo, asfixiado de amor rumiando su tortura y dolor...
🎶🎶🎶"Pero hoy quédate aunque traigas el dolor, todo antes que caer...en el olvido"🎶🎶🎶...(de Miguel Gallardo)
Y fue entonces que me puse a cocinar amores y dolores...
tormentos y placeres...
Y es que este menú me está saliendo un tanto masoquista y tremendo...no se qué opinan ustedes.
¿Amar aunque duela? ...
O ¿dejar de amar a quien te atormenta?...
si eso es posible...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Hoy hice pedido de Coca-Cola,
de pistachos y cervezas....
Y mientras pensaba lo que necesitaba iba tarareando canciónes de amor y deseo...
"🎶A la luz del Fuego un rostro de mujer, complaciendo siempre mi sensualidad...mi sensualidad, mi sensualidad, mi sensualidad🎶" (de Ana y Johnny)...
Y justito después de mi canto
las canillas de mis ojos se abrieron...
Y justito después de tanta húmedad,
pensé en esa falta de sensualidad que me tortura y destroza.
Ahora he de preparar las tapitas del día...los chipirones y gambas con gabardina.
Los pies de cerdo y el chanquete frito...
Cómo frita está hoy mi existencia
escuchando de nuevo la "Sensualidad" que cantaba esa bendita pareja.
Autoría :Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Buenas tardes.
Me presento.
Me llamo Error.
Soy el error que hecho a perder los 15 millones de vacunas de Janssen de Johnson & Johnson.
Lo siento, fue sin querer.
Estaba entretenido con los Poemas del Alma...
y se me fue el santo al cielo de la nada...
Ya lo decía mi mamá,
doña Fe de Erratas
"Errorcito, hijo, un día vas a liarla parda con tanto olvido"...
Y luego me castigaba, y me ponía a leer "Los grandes errores de la humanidad" los 25 tomos, que mi padre, Don Erré que Erré, fue coleccionando en fascículos semanales...y que luego decoraron la estantería del salón comedor, justo al lado del televisor en el que cada semana veíamos embelesados "Bonanza".
Ahora he de cargar mi culpa (y también los gastos) de mi estúpida conducta...
Que le voy a hacer, me quedé sin "laburo" con el historial manchado. Y es que con este nombre que me dieron, y este currículum estropeado, me veo de asesor de políticos corruptos, vendedores de humo, o de asistente de hombre o mujer del tiempo...para que me echen la culpa cuando el pronóstico no sea el correcto...
Y ahora sin más me despido de ustedes que tengo muchos errores que subsanar.
Atentamente:
Error Nefasto Culpable.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty.
(Texto registrado)
-Buenos días señor
-Buenos días, dígame usted
-El motivo de mi visita es el siguiente.
-Soy todo oídos
-Vera usted soy paraguayo, y vengo a pedirle la mano de su hija para hacerla feliz
-¿Para que?
-No, para que, no, paraguayo..
(Hasta aquí el chiste).
Lo que pasó después:
-Ah, ya. Pero es que verá usted, hay un pequeño problema
-Dígame usted
-Es que resulta que mi hija es puta
-No le veo el inconveniente
-Es que su madre también lo es. Y mi otra hija también, e incluso una ahijada que tengo acogida en casa también.
-Umm, entiendo. Y en donde comercian con su cuerpo, ¿Queda lejos?
- No, que va, aquí mismo en la casa.
Yo es que hago la veces de madame, de "cafishio" si usted me entiende
-Vaya, que bien, negocio familiar. ¿Y qué tal les va?
- Bien no nos podemos quejar. Pero últimamente ando algo cansado y distraído, sabe usted, debe ser cosa de la edad.
-Si, eso debe ser, aunque yo le veo muy bien.
-No crea, no, pura fachada. ¿Por cierto, y ya que le veo tan bien predispuesto y con ganas de formar familia, como debe ser ¿a usted no le interesaría comprar, a parte de mi hija, el resto de la prole, incluida la casa y el know how?..se lo dejaría a buen precio.
-Uy!! no me esperaba está oferta tan tentadora.
-piénseselo...
-No hay nada que pensar, soy el sargento de policía Ortunyo Mcnulty, y queda usted arrestado por proxeneta...le advierto que todo lo que diga puede ser usado en su contra.... Ah!!! y no soy paraguayo, que soy de Barcelona.
Lo que pasó después: Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
( Texto registrado)
Eloise la triste
sueña con muñecas
rellenas de sueños
que se repiten
en los dias y las noches.
Eloise es triste,
nacida del rencor,
su patria es tu cama
y su anhelo es tu adios.
Eloise se marcha,
con su alegria triste.
Y quizas tu no lo sepas
pero su corazon quemaba.
Eloise es ahora un recuerdo
de tristeza en tu mirada,
pero cuando la recuerdas
se te enciende el alma.
¿Quien y que fue de Eloise?
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
El pan ya está en el horno,
se dora, se tuesta…
las raspas, la piel
bronceada de sal, el perfume del mar
y Marsella, como quien no
quiere la cosa
se desploma de salud en las
cocinas y en las bullabesas.
Dos minutos más tarde, entro
dios por la ventana,
dio el toque de gracia, la
bullabesa se puso en pie
y canto la canción de
Gardel…
humo de cigarrillos en la
tarde de mi amigo Manuel.
Mi Buenos Aires querido,
cuando yo te vuelva a ver…
Ponchos de mejicanos en la
esquina,
Barcelona se frota los ojos de envidia…
toca la guitarra el
“Page”…el Starway” otra vez.
Trotaba por las calles de
Marsella, oliendo el pescado de la bullabesa,
relataba viajes a los
mendigos, y les hacia participes de la naturaleza.
Les contaba del Machu Pichú
sagrado y de glaciares como espejos iluminados,
me miraban indignados ante
tanta belleza descrita…era el tiempo de las cerezas.
Canción que resuenas en el
oído discreto,
canción que mira al cielo
con ojos de infierno,
relato de quehaceres de
cocina, de guitarras y bandoneones,
Debo salir a buscar el aire de Marsella…
pero habré de esperar a que termine mi bullabesa.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Oia las voces, le llegaban tras leguas y leguas, por senderos inciertos, de memoria incierta.
Siento un extravío,
de extrarradio,
de ruleta rusa,
de poema carbonizado.
Siento una perdida,
como de súplica ignorada,
de billetes abonados y no consumados.
Una perdida pérdida...y contumaz.
Un arroyo de aguas sin norte,
Un cauce en forma de múltiples "igriegas".
Senderos minúsculos iluminados por cien bombillas que todo lo ciegan.
He de perderme, pero hacerlo bien,
Que no sea capaz de encontrarme...
Quizás en el brillo de aquella sonrisa,
que un día me desbarató la brújula...
Y que ahora me invita a habitar en los limbos atenazados de desconcierto ante el camino a seguir...si es que hay camino más allá de esta escápula que me atormenta y me gira constantemente hacia la derecha.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Prólogo:
Cleveland Donahue come una arepa…un poco más abajo a la derecha, el hombre más guapo del mundo aprende a bailar tangos, las marsopas aplauden y el viento del este bendice la escena
***************
Hay una naranja estelar que se exprime constantemente.
Los rizos de la invitada de los osos son la avena más extravagante.
Cleveland Donahue come su arepa…
y un poco más abajo a la derecha se escucha al bandoneón recitar tangos.
En el bosque de los cien acres Christopher Robín se desconcierta ante su barba crecida.
Mama Crisálida teje un lunar para el hombre más guapo del mundo.
Son poderosas las razones de las marsopas, se traen el manjar a la costa… y así es como descubren el vals y la milonga.
Y así será como los pasos de baile del hombre más guapo del mundo, que no sabe bailar, seran cosquillas en la nuez de Ildegarda.
Ante semejante espectáculo, ¿que puede hacer Cleveland Donahue?
Quizas, ¿rastrear el fondo de la fuente?, o tal vez, ¿llamar al hombre de las nieves?…
Las arepas se otorgan desde las milpas,
y Donahue no puede ser más comedido con su despertar.
Correrá como loco a buscarte,
correrá para olvidar el hambre.
Ya la inspiración aparecerá en los pasos del baile.
Y en las peluquerías se distraerán los felices bellos con sus ojos de jade.
Y todo para no desperdiciar el aire,
que se levanta en el este y muere en el poniente…
Muere para que las arepas sean de oro y nieve... amor que solo salva el amor.
Tendencia de las marsopas a habitar los anfiteatros de la humanidad.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
.
Cada día espero con desamor,
la oferta en mi mail de InfoJobs.
Mi ventana sigue abierta.
al igual que mi demanda,
mi llaga...y mi cartera.
Mañana haré una contraoferta,
me haré autónomo y compraré la Tierra...
Especularé con ella durante dieciséis años...
eso sí, pagando religiosamente mi cuota de autónomo, por si hay que hacer cualquier apaño.
Cuando al fin me cansé de ser el amo del mundo,
dejaré caer mis acciones,
y tambien mis emociones.
Nadare en una pobreza absoluta,
la madre de todas las necesidades.
Una llave hacia la nada...
Quizás me vaya al fin, a vivir a Kanahura, a observar anocheceres turquesa
sobre las ocres crestas de mi desarraigo...tomando un daikiri junto a mis inseparables Penélope la tortuga y Juana la sepia.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado).
No abro la boca
para no decir palabras
que hablen de paraísos,
cuando el eden anda escaso
Porque si entonces halago
las murallas que impiden mi paso,
habré de quedar afónico
esperando un milagro que anda de vacaciones.
Hace un tiempo fui transparente.
Creía poder penetrar los muros y las puertas.
Hace un tiempo era excelso...
y también estúpido.
Hace un milenio definía los segundos en años.
Nada tenía un final inmediato
Todo era reciénte, nuevo.
También el polvo que llenaba mis bolsillos.
Hay un espejo que me habla,
pero después del día ya no me reconoce.
Soy una imagen borrosa de mí mismo.
Y ahora hablo temiendo una respuesta, una excusa que me excluya.
Siento el naufragio interno,
y una soledad pertinaz como un adiós que retumba sin respuesta...
Y creí verme llorando afuera, como una perdida estrella.
Pero no era astro, ni estaba lejos de mi puerta.
Sentí congelarse la sangre en las arterias.
Sentí un mundo irreal envolviendome.
Un mundo donde las lágrimas se agotaron.
Un mundo de desiertos arcanos, en donde yacer como un pecio abandonado.
Un pecio que añoraba un mar de estrellas saladas y amargas.
Las únicas que cultive. Las únicas que coleccione. Las únicas que de verdad amé.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
🖤🖤🖤🖤🖤 Descansa en paz Christine
No digas nada,
¿Terminate ya el arroz?
Solo asiente.
Deja de recorrer caminos espinosos.
¿Te apetece un postre....o quizás café?
Mis brazos abiertos,
eso está bien.
Abandonate por una vez.
Después del café...unas risas en la frontera?
Sabes que eso puede estar bien
No digas nada.
Deseo
Amor
Necesidad
Todo eso está bien.
Camina de regreso al hogar.
Hay sándwich para cenar
Eso está bien...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Un paseo lunar sin escafandra,
sin baterías de litio,
sin un pato de goma,
tan solo con un sueño de alondra.
Un remedio intermitente,
que surge de las entrañas.
Un remedio incendiario,
el despertar de un demente,
a un mundo indiferente,
a cualquier nota de noticiario.
Un albedo brillantemente temerario,
Ilumina mi escafandra espacial olvidada.
Millones de notas polvorientas,
buscando un remedio a la lenta agonía de esta sórdida soledad.
Margarita de los Remedios,
dame el cáliz repleto de tus milagros,
un remedio antígeno a este virus sacrosanto...
que cure esta enfermedad que asola este aura de brillantez...
Si nadie lo remedia...que será lo próximo?
Esta irremediable irreductibilidad ?...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Esperando el pollo como un artista decepcionado esperando las musas
¡¡Y yo quiero pollo!!
Pero las musas tenían hambre está mañana
¡¡Y yo quiero pollo!!
Pero el único pollo que queda tiene hambre de musa
¡¡Y aquí estoy sin pollo!!
Ni musa creativa que llevarme a la boca... y al alma...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Alguien me regaló un periódico de antes de ayer.
Al día siguiente estuve llorando hasta tres y cuarenta y siete minutos de la madrugada.
Andrés el Pterodáctilo,
llamo a mi puerta pasadas las cuatro.
Me habló de su amor prohibido...
Mi mismo amor.
Me habló de su tristeza...
que también hice mía...
Un mes después, no volví a ver al pterodáctilo Andrés.
Una semana más tarde,
alguien me regaló el periódico de anteayer...
La noticia de la muerte del Pterodáctilo Andrés...
La noticia que acabo de romper un corazón jurásico.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty.
(Texto registrado)
Éramos como una bandada de cernícalos...
¿Y mis amigos donde estarán?
Con más pico que alas...
las alforjas repletas,
y calientes las braguetas
¿Y mis amigos, donde estarán?
Donde la revolución quedo a medias...
Los anhelos quedaron fríos
cuando el destino nos alejo del verdadero camino
¿Y mis amigos donde estarán?
Y allí se quedó el alma joven de mi colega el "Chtulhu".
La sonrisa eterna del "Pepe".
Los sueños de viajar del "Perfil".
Y yo, "El Nativo", y mis ganas de comerme el mundo...
Mi fantástica banda de rock
¿Y mis amigos donde estarán?...
Éramos como una bandada de cernícalos...
Somos una bandada de corazones descorazonados.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Dentro de su suavidad, encontré el rumor de la arena al desprenderse de entre mis dedos.
Encontré el testimonio y la esperanza más deliciosa.
Amor y deseo fueron perlas del mismo collar...
Y te lo puse, pero no en tu cuello, te lo enraicé en tu pecho.
Y tú me diste tu verso, llenando mi aura con el aroma de tu bendición
¿Oíste?...ya la alborada es ruido, ya la mejorana es alimento.
Disculpa si el desconsuelo me abatió por ese vuelo de paloma.
Déjame ser la receta de tu desayuno…esta mañana es alba,
y el frío de la vida se marcha en pos de una dulce posibilidad, en ruda pero franca lucha, sin rencores…nunca fue nada personal.
Oscilando con el metrónomo, sigo el alivio de los pinceles,
cuando pinto y retrato tu mirada en el lienzo.
Llevo el ritmo de las clépsidras, en las lágrimas amargas de mi reloj tan particular.
Muestro el cielo a los geranios, intentando hacerles volar.
Y el recipiente sigue esperando, entre los cálices y las almohadas,
deseando saciar su vacío con mi sangre.
Sabe el docto y eminente sabio, que la doctrina no es cosa de las prímulas.
Que las flores solo son senderos por donde transitar el duelo,
para hacerlo más amanerado, para desbastar las orillas de nuestro lago tan pleno de miserias...
Pero hoy olvido todas mis penas...y te invito a mi danza más personal.
Que delicia ¿verdad?...si cuando te parezca, podamos bailar este vals.
Un dos tres, un dos tres…y el aire entre nosotros volverá a brillar.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
Éramos ideas mecidas por un viento que nos ignoraba...
Éramos relincho de potrillos descarados...
Lluvia que mojaba las alas de una mariposa...
El aroma de un café de hotel a las seis de la mañana...
Ah!..fuimos tantas cosas...
Somos seres de trayectorias perpendiculares...
que se sumergen día a día, en el tránsito que este destino desmerece...
Hojas de un árbol infinito...
Espadas desenvainadas esperando una tarde renuente...
Somos el oriente de nuestra condición, el oeste que mece nuestro amor...
Ah!...somos tanto...
Y luego llega como cada Junio el día...
Un día en que lo que fui, soy y seré solo es un suspiro que tu alma bebe...
Un día en el que tú brillo alcanza todo el calendario y lo ennoblece...
Un día para ser, recordando lo que fuiste, semilla de tu alma...
semilla de tu pasión que arde entre mis manos...
Un día donde celebrar tu armonía...
Feliz cumpleaños vida mía.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado).
PEQUEÑAS
COSAS
Alguna vez fuimos funambulistas,
abrazábamos las nubes,
seres libres de estratégicas.
Dejábamos las huellas en la piedra.
Llenábamos los orificios de la naturaleza con nuestras palabras.
Todavía existen la certezas.
Todavía habitan las verdades.
Todavía viven aquellos años.
Todavía estamos en la misma
aventura.
Mansos en mayo,
rebeldes en junio,
amantes en julio.
El resto de la vida encandilados dentro de nosotros mismos
Promesas de frutos maduros,
siempre con la palabra amor,
y el canto suspendido en los labios.
Dejábamos para mas tarde las gracias...
Por favor dadme sol... tarde para salir el sol,
dadme luna... tarde para despedir el sol...
Trabajamos para crear cosas pequeñas...
Los astros nos darán la bendición con cada pespunte de vida.
Cosas pequeñas... todavía las recordamos en el abrazo sincero.
Y ahora que me ahogo en la tristeza,
son las pequeñas cosas las que mas me atan a tí.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty.
(Texto registrado)
«Ahora todos saben cómo encontrar el sentido de la vida dentro de uno mismo. Pero la humanidad no siempre fue tan afortunada. Hace menos d...