Amarillo, poesía, eternidad.
Esta ultima os la cedemos envuelta
para regalo,
con lazos y demás abalorios de jolgorio.
Que haremos con tanto tiempo.
Que el tiempo se nos convierte en
amarillo,
y de amarillo vestimos nuestra cama
los muebles y la vida
entera.
En espera de una sombra que nos preocupe,
estaremos hartos de
llantos amarillos.
Hartos de descansar, en la espera, en este, nuestro amarillo sillón.
De tanto desear el rojo
el rojo
se pone desvaído.
La mañana nubla nuestro amarillo interior.
Se acrecienta, y ordena que salga el sol,
en el comedor... para no
desentonar.
Nuestros dientes se combaran y amarillearan.
A tono
con el alma, esperaremos
el amarillo limón, o el amarillo ocre
según sea la ocasión.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)