Mi Espantapájaros
No tienes una nariz que obtendría el primer premio en un concurso de zanahorias.
Pero aunque tú nariz hubiera ganado,
seguiría siendo la más linda nariz para mí.
Ni tu aliento tiene la pestilencia del insecticida.
Pero aunque tu aliento hubiera exterminado la población enterita de insectos del planeta,
no habría olor a Jazmín más delicioso para mí.
Tus senos no son como pasas de higo.
Pero si con tus pechos barrieras toda la casa,
el jardín,
y el barrio entero,
no habría soporte más firme y a la vez más delicado para sustentar mi devoción.
Todos dicen que es fácil amarte. Que tu belleza inspira las más apasionadas historias de amor.
Que equivocada anda la humanidad cuando confunde el deseo y el amor.
Tan solo sé que llevas 55 años iluminando este mundo complicado
Tan solo sé que llevas casi 12 años iluminando el lado oscuro de mi corazón,
ayudándome a volar aunque mi lastre es muy pesado.
No me importaría un pimiento,
que tus miradas fuesen de pronóstico reservado,
siempre que de vez en cuando volcases en mi toda la brillantez de tus ojos.
Lo terrenal y efímero son para los demás mi amor...
yo llevo un largo tiempo viviendo en el paraíso volando contigo en nuestro B52.
Dentro de 55 años más, al recordar la primera vez que te vi,
volverás
a ser mi madalena de Proust otra vez.
Cada año más consistente en tu belleza,
en tu corazón y en tu alma.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Mon Gessami, con la ayuda de Oliverio Girondo)
(texto registrado)