(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Prefacio:
“Mi dinero es un esqueje mas de mi codicia cotidiana”
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El vestido lo tengo de ayer,
y ayer solo fue otro día más…
Y en el trueno de la medianoche siempre quiero reservar ticket. Cuando me miro en los espejos y reconozco el sarcasmo en cada arruga.
Y el delirio será inviolable, cuando la plancha me reclama y su camisa me espera aturdida de líneas y curvas sin sentido.
Ayer solo fue otro día más,
y anteayer fue un día como el martes que viene.
La locura solo me visita tres días de cada Luna… y en promoción especial la alivio con los descuentos del “Carrefour”, que las tecnologías modernas no llegaron todavía a mi entrepierna, que no me da para tanto su limosna del mes.
El vestido lo tengo de ayer, y también se que mañana estará colgado de mi piel, como se que el trueno del anochecer, sin mi…
volverá a partir.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Concepción Velasco Alvarado…perdiendo los boletos en la feria de su piel)
(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Prologo: Historia real de una infidelidad perdonada, que de momento, y esperemos que dure, no se ha vuelto a suceder. Mi gran y genial Concepción partió de Granada con ganas de revancha. Por el camino a Barcelona, su animo se atempero... y al final le gano el amor.
Pd. El tipo, no era mal tipo... pero la Concepción es mucha mujer, de un solo perdón, y ningún olvido
Prefacio: “La duda de mi contratiempo, es el germen de mi valentía”
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Salgo de Granada hecha un salero,
con mis pies rebosando de la dicha. Que por tus estropicios conyugales morir de rabia no quiero. La vida me escupe la realidad,
y ya no me queda más fango que la verdad, mas duda que el camino,
que si a tu puerta me vengo,
o me largo mar adentro.
Cuando la ventura me trae a Guadix ya me redimo de mi misma, y al pasar por la Mora, y ya no sé si estoy derecha o parece que este en cinta, o será que el rumor de tu pecho ya no me da tregua y solo de ti tengo el desasosiego, que me cose por dentro, que las heridas son de cierva herida en mi ego.
Sin darme cuartel, mi camino me lleva a tu encuentro. Sin darme tiempo de respirar, y sin sangrar los lamentos.
No sé ni tan siquiera como termine en la arena de San Carlos, y ya me empieza a escocer el aire de tu ausencia, que me tiene clavada con mil flechas
Al llegar a Barcelona, me repongo de la algarabía de este corazón de sal que por ti tanto sufría, y dispuesta al perdón, y al desenfreno siento que me arde el vientre y me tomo un vaso de sal “Eno”
Y ya me esperas, maldito, con tu carita de niño bueno, con tu salitre intacto y tú culpa de escaparate, con tu miel amarga y tú bendito veneno. Y te veo… y te deseo…y ya estoy dispuesta para el siguiente disparate
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Concepción Velasco Alvarado…si no lo cuento… ¡reviento!)
Waldo y Homero son dos granos de café que se encuentran en un desierto de nieve.
Waldo le comenta a Homero,
“que lugar más estúpido para estar, ¿no crees?”,
y Homero le responde
“depende Waldo, todo depende”
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El aire se hace respirable,
el jadeo de las manecillas del reloj se hizo audible.
Dependiendo de donde nos deslicemos. Si es alfombra persa, o por anudado felpudo, podemos descubrir la suavidad más tolerable, o el conjunto de la realidad en nuestras posaderas.
Depende de si el trino de los pájaros se ahoga por el rumor de las estrellas ausentes.
Mientras Amparo toma un café, y el roce de mis zapatos se hace audible
a un millón de años luz de distancia sideral.
Depende de que el perfume a café lo invada todo. Y el sueño perdido vuelva a mí con toda la fuerza. Y aire se comprima en bucles de aromas tropicales.
Perdiendo el tiempo, para toda la eternidad. La eternidad durara lo que Amparo tarde en tomarse un café
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Concepción Velasco Alvarado)
Gracias epeciales a Cafés Juan Valdez y Cafés Oma, por sugerir a Concepción el nombre de los granos de café.