THE HAND
Y esa mano que un buen día apareció ante mi rostro...
y sin venir a cuento y justo después de mi diaria afeitada,
me atizó una sonora bofetada que "retumbo me" hasta el orto.
Luego más tarde, quizás algo contrita,
me regalo una caricia de chocolate, mientras hurgaba en mi pecho.
Y cuando más contento estaba, me arranco el corazón estando en el lecho.
No contenta con esto, busco un recipiente en donde guardar el "trofeo".
Y en aquel estante encontró el lugar perfecto,
dentro del jarrón que un día perteneció a una tal Amelia, en concreto.
Luego, esa bendita mano, dedicose a limpiar la casa de polvo y recuerdos...
mientras el irreducto fantasma de mi yo asesinado reptaba por la alfombra de flores amarillas,
intentado llegar al "famoso" estante.
Y mientras hacía desesperados esfuerzos por recoserse la mortaja a la altura del pecho,
empezó a divagar de sobre cómo sería bañarse en las playas de Kanahura....
y hasta creyó recordar que una vez conoció a una tal Penélope,
una tortuga experta en esperas y soledades,
que terminó, la pobre, echa una sopa para unos tristes comensales,
Éstos, andaban ahítos de irreductibilidad...
pero también...de desánimo.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty "el Irreductible"