No abro la boca
para no decir palabras
que hablen de paraísos,
cuando el eden anda escaso
Porque si entonces halago
las murallas que impiden mi paso,
habré de quedar afónico
esperando un milagro que anda de vacaciones.
Hace un tiempo fui transparente.
Creía poder penetrar los muros y las puertas.
Hace un tiempo era excelso...
y también estúpido.
Hace un milenio definía los segundos en años.
Nada tenía un final inmediato
Todo era reciénte, nuevo.
También el polvo que llenaba mis bolsillos.
Hay un espejo que me habla,
pero después del día ya no me reconoce.
Soy una imagen borrosa de mí mismo.
Y ahora hablo temiendo una respuesta, una excusa que me excluya.
Siento el naufragio interno,
y una soledad pertinaz como un adiós que retumba sin respuesta...
Y creí verme llorando afuera, como una perdida estrella.
Pero no era astro, ni estaba lejos de mi puerta.
Sentí congelarse la sangre en las arterias.
Sentí un mundo irreal envolviendome.
Un mundo donde las lágrimas se agotaron.
Un mundo de desiertos arcanos, en donde yacer como un pecio abandonado.
Un pecio que añoraba un mar de estrellas saladas y amargas.
Las únicas que cultive. Las únicas que coleccione. Las únicas que de verdad amé.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)
🖤🖤🖤🖤🖤 Descansa en paz Christine