En el muro en el que rebotan las palabras de despedida,
halle una grieta por la que escapé.
La piscina hinchable tuvo un roto ese día.
Y ese mismo día pude volver a secarme con rayos UVA...
Ya la sangría me supo mejor...
pues no tengo retornos a los que volver...
Al fin tengo una casa con bidé...
y un jardín que un día regué...
y que a partir de entonces todo volvió a florecer...
en esta tumba preciosa en la que por fin descansaré.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)