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jueves, 24 de noviembre de 2022

Dentro de su suavidad

 



Dentro de su suavidad, encontré el rumor de la arena al desprenderse de entre mis dedos.


Encontré  el testimonio y la esperanza más deliciosa.


Amor y deseo  fueron perlas del mismo collar...

Y te lo puse, pero no en tu cuello, te lo enraicé en tu pecho.


Y tú me diste tu verso, llenando mi aura con el aroma  de tu bendición


¿Oíste?...ya la alborada es ruido, ya la mejorana es alimento.


Disculpa si el desconsuelo me abatió por ese vuelo de paloma.


Déjame ser la receta de tu desayuno…esta mañana es alba, 

y el frío de la vida se marcha en pos de una dulce posibilidad, en ruda pero franca lucha, sin rencores…nunca fue nada personal.


Oscilando con el metrónomo, sigo el alivio de los pinceles,

cuando pinto y retrato tu mirada en el lienzo.


Llevo el ritmo de las clépsidras, en las  lágrimas amargas de mi reloj tan particular.


Muestro el cielo a los geranios, intentando hacerles volar.


Y el recipiente sigue esperando, entre los cálices y las almohadas,

deseando saciar su vacío con mi sangre.


Sabe el docto y eminente sabio, que la doctrina no es cosa de las prímulas.


Que las flores solo son senderos por donde transitar el duelo,

para hacerlo más amanerado, para desbastar las orillas de nuestro lago tan pleno de miserias...


Pero hoy olvido todas mis penas...y te invito a mi danza más personal.


Que delicia ¿verdad?...si cuando te parezca, podamos bailar este vals.


Un dos tres, un dos tres…y el aire entre nosotros volverá a brillar.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty

(Texto registrado)








INFUNDIBULUM, CRONO, SINCLASTICO

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