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domingo, 24 de enero de 2021

Maureen O'Sullivan en las Selvas del Abandono

 




Maureen O'Sullivan en las Selvas del Abandono

(Extracto de mi obra "Los Ciempiés Dorados")


Maureen O ‘Sullivan desnudo con acierto los corazones de las monas,
pero la cansada agonía de su corazón la invitaba al sueño.
Las noches en las selvas no están desprovistas del glamour de las ciudades,
pero los retratos con Johnny son el cordial que necesita para afrontar
el próximo día entre las monas del color de la angustia. 


¡Pero espera! se escucha el canto que adorna la aurora…Desiré entona la oda
del recuerdo:



Viejos lagartos de goma (Poema de Desiré)

Desde que dejaste el río y el mar
sufro en la estera del verde inmaculado. 

Soñaba con la eternidad entre lianas y cocodrilos de goma. 
Soñaba con la calidez y el frio de la lluvia de la tarde. 
Soñaba compartirte la mochila que lleve. 

Pero desististe Johnny querido…mi tormento esta en el filo. 
y ahora he de quedar entre amigos muertos, y risas desnudas,
he de alimentar caracoles, y esfuerzos por caminar más lenta que ellos.

Oídme ¡oh! selvas de material muerto. 
Oídme y dejadme navegar como antaño entre los arboles impacientes,
que negro es el pasado entre los leones que devoran tu recuerdo.

***********

Al despuntar el amanecer Maureen se enojó con los vientos.
Estos habíanle dedicado una sonora pesadilla esa noche,
y el viento ingrato la arremetía sin compasión entre las ramas del árbol del hogar.

Las monas fueron llegando, algunas cabalgaban unicornios,
otras más desafortunadas, eligieron el pequeño clavecín con ruedecitas 
que se pudría en el rincón más obsoleto de la selva…
Aún y así, Maureen era capaz de extraer el sonido más peculiar que jamás se escucho en la foresta azul del olvido…
El olvido que sentía Monnalisa entre la niebla azul de New York City…

Maureen relata otro cuento a las monas  


Mona Lisa


El dia en las ciudades suele ser rojo, pero las nieblas dan suavidad...igualan, 
o eso debió pensar Mona Lisa al comprobar cuán sereno era el instinto que la
había llevado a New York City…

El Louvre era el escondrijo perfecto siempre que quieras que te miren,
pero que no sepan lo que piensas.
Pero lo que pensaba Mona Lisa lo enmascaraba
detrás de su famosa sonrisa.

Los más famosos psicólogos habían explicado el por qué de su problema,
pero su anhelo estaba en las manos y en los ojos de Leonardo…
y ella suspiraba a escondidas cuando la luz se volvía tenue 
y ya las últimas visitas olvidaban 
su rastro en el vientre de su sala.

Aquella noche decidió ser el ser otra vez,
ser la luz de Leonardo,
en donde el aire fuera deseo de nuevo. 

Estudio los accesos de la puerta de embarque, 
pidió la hora 145 veces… 
y al fin se sintió pájaro a diez mil metros de altitud pensando en su pintor, 
su genio creador.


Mona Lisa se mojaba, 
la lluvia de la ciudad era el sudario perfecto, 
caía el agua desde los rascacielos tocados de azul y gris…
caía el vértigo de sus ojos
cuando comprendía que Leonardo había cambiado,
no la miraba ya,
solo la trazaba de nuevo con infinitas nuevas formas 
de arte moderno y contemporáneo. 

¿Donde estaban las noches de ordalía y pasión?
¿por qué los juguetes de pantallas y teclas 
solo la hacían tener las cosquillas más tristes
que jamás de atrevió a imaginar?

Delante de la frutería dedico un tiempo a conversar con tres mandarinas inéditas…
ellas también soñaban y cantaban los silencios que escondían 
el corazón de Mona Lisa, 
la tristísima Mona Lisa.



Corazones de la más pura miel (canción de las mandarinas)

El dolor es tener el interior repleto de acidez,
el dolor es tener ausencia de miel. 
Cáustica es la adrenalina que nos conmueve,
los versos más deliciosos que entonamos 
y nos sugieren un mundo donde aun no hemos nacido.

El dolor es no tener el corazón presto
El dolor es tener la más terrible de las amigas. 
Saber el vocabulario de los panteones 
y no dañar la memoria del ser amado.

El dolor está en el interior, 
y el nos hace huecas de miel. 

El sueño migrará, 
migrará al occidente. 

Llenaremos nuestra vacía cáscara con la miel que derrite tu abandono. 
Y así jugaremos de nuevo con las risas y con las alondras que te pertenecieron.

Fin del cuento

**************

Volvió el silencio,

Maureen O ‘Sullivan escondida entre los helechos recuerda el amor…
las monas se reúnen en la frutería,
se enfrentan al dilema más importante de cualquier ser inocente.

La desgracia cognitiva se ha derramado una vez más,
la sangre de la estupidez esta reseca ya. 
Y así, bajo el juicio pesado de la sabiduría, ésta olvida, porque sabe.


Canción de Desiré

Canción del sentido y del vuelo

Esta la siembra alistada, la carencia honesta.
Esta el hormigón reblandecido,
Esquemas y desórdenes adormecidos.

Sentimos la medalla alcanzada con tanta dedicación,
que se clava entre nuestras uñas.
Con fuerza la queremos arrancar,
las sangres blancas se llenan de gozo oxigenado. 

Revistas de corazón, que tan abstractas son,
como somos nosotras ahora. 
Tan desmesuradas sus historias, que se ríen de nuestra médula…
fuego que nos mira y no ha de ardernos.

Santa resistencia,
pájaro de santo linaje que llora tu ausencia,
versos que se escapan, que van de crucero a las islas Aleutianas,
y nos envían postales de bellas palmeras ,
nos escriben escépticas,
por que les contamos que andamos vivas todavía,
pero con la vida escapándose por estar junto a ti.

********

Casi sin saber cómo fue, los años se sucedían en la casita de las Selvas del Abandono.
Desiré contaba ya cuarenta y tres años,
y el tiempo la había convertido en la reina de las monas. 
Pero la vejez ya le tendía trampas en cada rama y liana.

Las noches eran escalofríos sin luna,
pensar en levantarse era la heroicidad más desangrante,
pues sus miembros desobedecen.


La alegría de la muerte era el arrebato más conmovedor que Maureen se atrevió jamás a imaginar, 
cuando pensaba en su nueva e inminente soledad
que la asolaría cualquier mañana de esas.


Era tal el cariño que Desiré le profesaba a Maureen O ‘Sullivan,
que constantemente pedía paciencia al viento
que desbroza las vidas, por no dejar a su querida compañera.


Maureen O ‘Sullivan termino aquella mañana su última obra de bricolaje,
una preciosa ventana pintada en rojo. 

El almanaque fue lo primero que suicidó…
Luego las palmeras, los retales del calzón de Johnny,
la miel de la última cosecha…
Un pequeño botecito de crema antiarrugas que Cheeta utilizó en sus años en New York.
El diploma de graduación del pequeño Boy.

Poco a poco fue despachando trocitos de vida,
lanzando por la roja ventana segmentos de ilusión,
es purnas de cielo, minutos de pasión, 
y también algún acierto que aterrorizaba hasta la más ínfima partícula de la razón.


Canción

Suicidio en la ventana pintada de rojo

Un anaquel, un estante, la primavera, 
el duelo también…
el sacacorchos de la alegría...
todo se suicida...
la ventana está hambrienta,
el metal de la ruedas que chirria en esta selva gris…

Pero la ventana me da fuerzas. 
La inmortalidad es una idea terrorífica.
El rojo me devora los registros…
y el caos se acumula a los pies de mi casa
en la selvas de mi desengaño.

Desiré ya no está más…
y el mundo no está demasiado contrito…
el recuerdo esta marginando las flores,
su realismo me invita a la reflexión.

Destrozare ahora la ventana roja,
y mirare a la soledad cara a cara, una vez más.

**********

Aquel dolor tan extraordinario le enriqueció la síntesis de sus pasadas alegrías.
La inútil delicadeza de la muerte era causa de reflexión continua.
Tanta soledad, y tanto mal sin querer realizarlo.

Tanta majadería que tiene la vida,
para terminar anclada entre las ramas del espíritu de la foresta.

Y aun así el esperar las visitas que pronto atolondrarían a  las monas que furtivas la observaban,
la dejaban ingrávida.

Boy llegaría mañana y Cheeta el siguiente mes…
Los fantasmas que regentan recuerdos,
ya habían aparecido esta mañana, 
y el siguiente relato germinaba en su aliento…
una tierra huérfana de amor…
lágrimas vertidas sin cesar entre las nieblas del mar,
el cielo que se abre turgente para dejarnos ver la Tierra del Cisne… 


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
(texto registrado)




domingo, 27 de diciembre de 2020

Los ciempiés dorados

 

                   


Los ciempiés dorados

(fragmento de mi obra "Los Ciempiés Dorados")

Prefacio:

En donde la niñez crea sus fronteras.

En donde la estulticia de los adultos olvida su infancia.


***************

Le daban un sentido de tonos de otoño,
solían sumergirse sin cautiverios en la frondas más esponjosas,
donde la naranjas nunca verían el sol,
donde los ciervos hacían el hogar de la Luna.

Solían hacerse el muerto en los prados
solo para captar la microscópica esencia de ver crecer la hierba,
tan ajenos a la huella de los gigantes como solo están los ciempiés dorados.

Dirigían las miradas a los senderos de flores,
normalizaban los refranes,
sentaban la cátedra en el suelo para que sus extremidades doradas
no sufrieran de desconciertos.

Las huellas se sucedían despacio
primero 10 luego 40 y así hasta 100,
los mirtilos se desmayaban a su paso,
tan exasperados estaban de su colgadura mística.

Las frases de amor ya no se suspendían de los labios,
se esponjaban en cada mirada,
solo los ciempiés dorados entendieron la vocalización de las saxífragas
cuando comentaban los orígenes del amor…su amor…su hermoso amor…

Los dorados ciempiés miraron por última vez los jardines de sus sueños,
y fueron felices con el aletear de sus risas,
allí donde el norte surco su desfallecimiento.



Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
(texto registrado)



sábado, 26 de diciembre de 2020

El rey de la paja

                              

El rey de la paja

(fragmento de mi obra "Los Ciempiés Dorados")

Nuestros pies descansan semienterrados entre arenas de plomo,
nuestras manos deberían llevarnos al lugar que solo ellas conocen.

Su lugar es de paramos helados,
canciones tristes,
lugares con ortodoncias abandonadas,
tan desoladas como la última simiente de polvo
que atravesara el último rayo de la luz del sol
antes de que nuestro anhelo se convierta en fantasma,
y conviva entonces con la estupidez que la vida nos susurra.

Nuestra delgada línea de carne
debería ser aperitivo de por lo menos la avanzadilla del escuadrón de la muerte,
pero no alimenta nada…

El vacío se habito hace tanto
que las estrellas pertenecen a nuestra indelebilidad.

Somos ahora el ser invisible,
pero también somos el rey de la paja,
que se enrabieta con el trigo escatimado,
y ahora… nos desgajamos entre girones de viento.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
(texto registrado)




Hotel

                         

Hotel

(fragmento de mi obra "Los Ciempiés Dorados")


Vivíamos en una maceta,
o quizás, tal vez eso, solo fuera una posibilidad,.
Como la triste posibilidad cuántica
de existir solo en la bolsa de los vómitos

El verano terminaba de emborrachar
los desiertos de nuestras manos
con el más inapetente de los amarillos
jamás soñados.

Solo una estrella lejana era nuestra habitual dialoguista
pero a ella solo le interesaba, claro esta,
la última tendencia de la moda
de las estrellas del diseño.

Y ahora nos quedamos embelesados
mirando nuestra puerta…
observamos cómo se dobla y estira…
cuando el gato que vigila detrás,
se relame con la ilusión de un bocado fugaz…
y nuestra puerta se cierra
a todo lo felino e ideológicamente perfecto.

Soñamos con tener la ciencia necesaria
para desdramatizar la ingenua peluca
que adorna nuestra inutilidad,
pero los aguardientes de la nueva generación
migraron hace tiempo…

Hay una oda a algún imbécil olvidado,
escrita sobre el cuero que adorna nuestra cama…

Jugando con las palabras que ensalzan
la enormidad de la estulticia,
recreamos algún versículo de la biblia

Han pasado diez y nueve horas…
la puerta no ha vuelto a abrirse,
y en la televisión Godzilla aterroriza
a una familia tan amarilla
como nuestras manos…” ¡¡¡Marge, no quedan más cervezas!!!”  grita Homero Simpson
y en nuestras manos se asienta el invernadero de los sueños. 

¿Dónde están nuestros sueños?
los necesitábamos ayer…
la mirada de los felinos que imaginamos
recorre nuestras manos, 
y el futuro y el pasado juegan al ajedrez cuántico.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
(texto registrado)







martes, 22 de diciembre de 2020

Una canción para querer creer

                     


Una canción para querer creer

(fragmento de mi obra "Los ciempiés dorados")


Una canción para derretir…fundirse,
luz y amistad.

Empieza la noche y mojo el rosario, me resisto a pensar.

Yo quería creer en tantas cosas,
y al final la verdad no se movía de mi lado,
siempre estuvo allí…

Creía en los pardos arboles de engalanada majestuosidad,
pero ellos no me hablaban ya…
Creía en las piedras, antojos de un ser superior
pero su autoridad era incierta…increíble.

Desnudaba mis manos cada atardecer para creer,
descalzaba los pies y los enfangaba con mentiras atroces,
nada era mas cierto que las mentiras que me contaban desde el pozo de los sueños

Solo el amor se desprende de los halitos y fulgores,
solo el amor es verdad inmaculada…

Desde Creta y Mykonos lloran las palmeras mediterráneas,
Estibaliz recita poemas en las ciénagas lacustres,
y los mirmidones escuchan escanciando verdades,
los pies sucios y los ojos detonantes de amor.

Amarillea la sabana entre girones de arboles deslucidos
por las tropelías del leopardo…las ginetas cantan verdades
que jamás creeríamos…salve a la ventana que se pinta así misma
primoroso tesoro de flores verdaderas y antiguas .

Soy renuente a colgar de mi hombro nada que no sea tu verdad,
esposa de amor…feliz sentido de domingo. 
Pero salir a pasear sin tu alivio me produce ardor en las piernas.

Todo nace para mentirme…hierbas y ruedas,
pececillos de arroyo cantando miserias de “Telecinco”.

Sanidad prendida del coro de un telediario cualquiera,
y en cualquier lamento desnudo de vida,
guerras que me ultrajan tu verdad.

¿Querrás contarme un verso para poder creer en algo?

Solíamos recorrer la jungla en una bicicleta con alforjas repletas de ideas extravagantes, 
solíamos pararnos a escribir notas en el envés de las hojas…

Al iniciar el ultimo curso ya habíamos aprendido todo lo necesario, nos dedicábamos a escanciar nuestro conocimiento sobre las cascadas del rio azul.

Los perritos se llamaban unos a otros,
tan delicadamente felices…

Bien, o bueno, todo podría ser,
la oscuridad se hacía severa a las doce del mediodía…
Las mandíbulas nos hacían reír de tanto llorar,
un infierno de credibilidad y todo para nada.

Quizás la última guerra duro demasiado poco,
la sangre no vertida provoca acidez,
pero los perrillos no saben nada de esto,
tu figura tampoco,
pero tu rostro entiende la oscuridad y la transforma en el país que habito tan lleno de tu luz…

A la espera de esta oscuridad llena de luz,
aparcaremos la osamenta bajo la farola ideal…

La brillantez seduce en la soledad. 

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Sinda Mabué)
(texto registrado)







miércoles, 21 de octubre de 2020

B 52



B 52

Éramos bípedos,
luego fuimos alados.

Éramos solos,
antaño en el fuego falso.

Buscábamos alas
para volar a Tar.

Un fuselaje para crecer.
Una inmortalidad necesaria.

Fuimos alas de metal.
Y volábamos tanto y tan seguido
que un día se acabó el combustible.

Pero nuestras alas no eran tan inocentes.
Transportábamos  tanto infortunio en nuestro interior.
Artefactos que podían aniquilarlo todo y a todos.

Pero el queroseno acabo,
y ahora en esta selva nuestro B 52
vive repleto de maleza.

Nuestras alas ancladas entre árboles refugiadas en las hojas.
Lianas que nos envuelven con el amor que el sudario ofrece al cadáver.

¿Quizás estemos muertos?
¿O todo fue un sueño, quizás?

Un día Maureen se instaló en la carlinga posterior.
Desiré decidió que su refugio sería
el  hueco de nuestras bombas.
Mientras, las otras monas comían frutos sobre nuestras alas.

El día que llegó Boy con su esposa hubo fiesta.
Limpiaron nuestro B52.
Que linda estaba tu alma mi amor.

¿Quizás habíamos llegado a Tar?
Aquella noche escuchamos las viejas historias de Maureen,
los viejos recuerdos de su vida con Johnny.

Que bellas nuestras alas.
Hoy seríamos capaces de alzarnos de nuevo.
Dejar la selva y volar como antaño,
cuando no importaba nada más que el vuelo
Y otra vez más desencadenaríamos la muerte entre los tontos que tanto la merecen.

En la selva no se está tan mal.
Es cierto que nos duele el tren de aterrizaje...o lo que queda de el.
Es cierto que nuestra ala derecha
yace a los pies de este baobab inmenso que nos acoge.
Es cierto que nuestras bombas ya tan solo son bromas de payaso.

Pero eres hermosa
Maureen lo sabe...las monas lo saben.
Jamás dejaremos de volar


¡¡¡Pero, ATENCIÓN!!!

Maureen va a empezar su cuento...

Y dice Maureen " Queridísimas monas aquella mañana me levanté muy emocionada, aquel día iniciaba el rodaje del "Reloj Asesino".
Después de un desayuno frugal (ya sabéis cosas de la maldita dieta)
vinieron a recogerme de producción para ir al rodaje.
El chófer era un tipo misterioso,
Y con tono aún más misterioso me dijo " Babe ¿Quieres ser feliz, inmensamente feliz esta noche? 
Tengo lo que necesitas en esta cajita"
Le dije, no gracias, no creo en tipos pendejos y embaucadores como usted.
Entonces él tipo aparco el auto
Se volvió hacia mí con su cajita en las manos y la abrió.
Un malabarista se acercó a observar apoyando su nariz en el cristal de la puerta y huyó horrorizado haciendo saltar por los aires todo tipo de objetos.
La señora del super también se acercó a mirar. Empezó a reír sin parar mientras los loqueros la sacudían con los palos de lavar la ropa. Al rato un policía de paisano dedico unos minutos de su vida a observar la cajita. Ahora es recordado por ser el fundador de los Hare Crisma.
Mis Fulton la peluquera quiso saber por qué de tanto alboroto y se acercó a ojear la cajita...ahora es la presidenta de la primera estación lunar habitada.

*(Desde-mona, una de las monas acaba de suicidarse, gritando..." Bienaventuradas sean las tristes monas sordas, pues ellas no tendrán que oír los malditos cuentos de esta demente....aiuagggch)

¿Qué demonios creéis podía haber había en la cajita chicas? Pregunto Maureen
Un libro, dijo Mica ( ella nunca aprendió a leer)
Una patata grillada dijo Mona-Luisa (ella odia los tubérculos más que nada en esta vida)
Unas gafas para ver de cerca dijo Monkey-Nice (ella no ve 4 elefantes juntos)

Muy mal niñas dijo Maureen empezando a perder la cordura (como si alguna vez la hubiera tenido)
A ver Desiré … tú qué tienes un poco más de cerebro ¿Tu qué dices?

Pregunta Desiré ¿ Cómo se llamaba el tipo?
Erwin. Dijo Maureen
Y entonces respondió Desiré…era un dulce gatito
Muy bien Desiré
Dijo Maureen, quieres añadir algo más.
Y dice Desiré…allá voy


"Veo una piedra en el camino y me detengo a olerla,
huele a pis de gato
La acunó con ternura mientras pongo a calentar el agua en la olla.
Pongo zanahorias cebollas y está piedra amada.
Mientras se hace el caldo, paseo por el jardín, reviso el crecimiento de los caballeros templarios en su árbol.
Ahora el almuerzo ya está listo.
Encuentro otra piedra con forma de estrella, pruebo su sabor, es acre
con un fondo a tabaco y frutos rojos de base. La guardo para el postre.
Después del almuerzo hago la siesta bajo el árbol templario a escuchar historias de temple.
En una de ellas se cuenta la búsqueda de una cajita como la de Erwin. Entonces soñé que yo era la protagonista de la historia...

"Se encontraba la cajita escondida en el hueco del gran árbol de las alfombras puestas a airear.
Muchos fueron los aventureros que la buscaron, pocos la encontraron, yo si la hallé
El primer día después de hallarla la abrí. Como mi humor era bueno encontré una piedra amable.
El segundo día me sentía indiferente.
Al abrir la caja hallé un veneno...lo tomé y morí.
El tercer día resucite...mira, fíjate igual que cierto personaje famoso.

( Se esta haciendo largo, dijo Monette, algo asqueada)

Bueno, perdón, sigo...por donde iba...a si...que volví a abrir la porquería de cajita...esta vez encontré a Gato...y este me dijo "cierra por favor, hay corriente de aire"
Al rato volví con un cuenco de leche, y las sobras del cocido de piedra
para  Gato.
Pero al abrir no había Gato...solo había una nota...decía así. "Por favor deje de abrir la cajita, por mucho que insista no hallará en su interior lo que solo puede encontrar en su propio interior. Las mismas  cosas son distintas para todos...la verdad no es una...son cientos de miles las verdades que existen... cierre la caja y quémela junto al resto de la asquerosidad del cocido que ha hecho usted....y  eso sí que es una verdad única e irrefutable."

Fin de la historia sueño


Y sigue diciendo Desiré:

Ahora me dedico profesionalmente
al cultivo de tallos de bambú para poderlos vender en Ciudad Panda...
Soy una gran magnate del Bambú.
Soy mi propia jefa y si trabajo más que un esclavo es por qué quiero.
Mis tallos de Bambú son los más exquisitos.

Cuando me harte del bambú, cultivare rayas de tigre de bengala.
Serán las mejores rayas.
Las exportare a Ciudad Sniff
Soy mi única jefa y si trabajo como una esclava es por que quiero.

Algún día cultivare tiempo libre
Seré una gran magnate del tiempo libre. Lo llevaré a vender a Ciudad Esclavo.
Si trabajo todo el día sin parar cultivando tiempo libre, es por qué no tengo tiempo libre, y necesito tiempo libre para cultivar más tiempo libre."

Fin
( por ahora)

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty, (walking in the shoes of  Maureen)
(texto registrado)

Notas aclaratorias:

B52: avión bombardero (avión en el que se trasforman una pareja de enamorados y una analogía del paso del tiempo y la vejez.


Tar: ciudad mítica protagonista de la novela de Fernando Arrabal "Fando y Lis" ( llegar a Tar es como estar en el Nirvana...una utopía).


Maureen: se refiere a Maureen O 'Sullivan. Actriz de Hollywood, famosa por sus películas como Jane Parker la compañera de Tarzán.


Reloj Asesino: película interpretada por Maureen


Johnny: se refiere al actor Johnny Weissmüller, famoso por encarnar a Tarzán.


Boy: hijo adoptivo de Tarzán y Jane


Desiré, Monette, Monkey-Nice, Mona-Luisa, Mica y Desde-mona: monas que viven con Maureen.


Erwin: se refiere al físico cuántico Erwin Schrödinger


El Gato: el gato de la caja del experimento de Schrödinger.


Ciudad Panda: ciudad donde los ciudadanos solo consumen televisión ( el cultivo de bambú es una analogía de Netflix, Amazon, Disney...etc.)
Y los habitantes de la ciudad serían la analogía de los osos pandas que solo comen tallos de bambú)


Ciudad Sniff: sería una ciudad cuyos habitantes son adictos a las drogas
( El cultivo de rayas de tigre de bengala es analogía de cultivo de cocaína, tan mortífera como el tigre)


Ciudad Esclavo: es una ciudad donde las gentes siempre trabajan de más,  para tener más de lo necesario, y esa es la razón de por qué se tienen cada vez menos…por la falta del tiempo libre.


*Desde-mona no se suicidó...tan solo amenazó...pero no descarta que llegue hacerlo en algún momento de continuar esto así






INFUNDIBULUM, CRONO, SINCLASTICO

  «Ahora todos saben cómo encontrar el sentido de la vida dentro de uno mismo. Pero la humanidad no siempre fue tan afortunada. Hace menos d...