Buscar este blog

viernes, 20 de noviembre de 2020

Cocinitas


Cocinitas

(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)

 

La oreja de sal

(la cocinita de Concepción Velasco Alvarado)

El cielo cobrizo me invita al desayuno,

el día me da las ganitas del apero y el delantal,

el sol me va a salir de las orejitas  teñidas de sal,

que me basta y me sobra el amor para querer cocinar.


Pero antes,  mis cortinillas de colores en el ventanal he de colgar

y así poder tamizar el sol para darle al cuadro un toque más de hogar,

cantar las “Tómbolas” con esmero

y poner el recuerdo de la “Marisol” en el florero.


El mundo está lleno de lentejas y arroces,

el cielo se habrá de llenar de cocinas y amores,

pero aquí en tu alma solo cocino yo

lentejas y arroces de osadía y amor.


Con la ollita preparada, le pico la cebollita

le agrego el amado ajo, y le catapulto de la oreja un poquito de sal,

la zanahoria no ha de faltar…

y el choricito… ¡ahhh!

🎶“un choricito me queda, y otro que tengo aquí, to pa ti, to pa ti, to pa ti" 🎶(canción)

Las lentejas ya volvieron de la playa de remojarse las ganas,

y  en la cazuela ya quieren reposar… 

junto con el laurel que atrás no se quiere quedar. 


El arrocito me pide con tristeza que le ponga a calentar

que con su amiga la lenteja quiere charlar,

y  yo le digo, “tranquilo amigo cereal

que las horas de convivencia han de llegar”.

.

Y así entre tómbolas y floreros de amor

entre soles de polvo estelar y la espera de tu venida

me paso la mañana escuchando la sal que me desborda y me precipita.



Me perdí en cuenco de ensalada

“Que mas daría yo por ser la Sra. Lenteja y poder ser tu amor, Sr. Arroz”

(La cocinita de Carol Lumieré)





Me perdí en un cuenco de ensalada…

recamada de aceite de oliva…

Te echaba de menos y mis lágrimas se hicieron  vinagre...

el postrero condimento, el amargo sabor que me falta de tus besos.


Me perdí entre girones de pimienta,

no encontraba ni tan siquiera un  poco de la magia.

Se me desbordaba la tristeza por los pies

intentando recordar nuestro ultima danza.


La tortilla de papas se hacía  de rogar

el vino de la crianza se desteñía aburrido,

tu aliento de laurel se me hace esquivo

y mi cocina por ti pena...tu mirada ya no está, .


Por delante… y por todas partes se me hace esquiva la risa,

no hay más risa que tu caricia.

Y ya, la cebolla no me hace llorar,

de tanto que me secaste con tu ausencia



Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Concepción and Carol)

(Texto registrado)

Ambos Mundos


Ambos mundos

(Fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)

El mundo de Carol Lumieré



Mi mundo es un desierto de esponjas marinas,

resecadas de incredulidad

a la espera de un diluvio de caricias

que las devuelva al seno de mi ansiado mar.

Cualquier día de estos me compro una barca

y me adhiero a la superficie de mi “thalasa” familiar

o mejor aun…me compro un submarino, y me sumerjo a 37.5 metros…

y una vez cómodamente instalada, abriré compuertas y escotillas

para poder respirar satisfactoriamente el aire de esta magnífica humedad.

Construiré con esmero, un ajedrez oceánico,

y jugando con las gambas, le daré al gambito su verdadera personalidad.

Será un acontecimiento incomodo por la falta de gravedad

que deberemos contrarrestar con recuerdos de pesadez sentimental.

Será fantástico medrar en este mundo acuático

y olvidar por un instante que lo único que tengo

es esta quilla de agonía, adherida a una barca

abandonada en esta soledad.



El mundo de Concepción Velasco Alvarado



Mi mundo…mi mundo es de aristas y cuchillos,

de espinos y navajas, todo bien afilado

que yo voy haciendo romo a golpe de risas y algún desencanto

Un miércoles al amanecer de esos de no pensar en nada,

encontré un jarrón roto a los pies de mi cama,

fue tanta mi pena que un kintsugi quise hacerle con lágrimas.

Pero la untuosidad de mi agua no le servía de pegamento ni argamasa.

Entonces me entro una risa deliciosa,

con cada reclamo de mi garganta las roturas se hacían amigas

y en un puzle de piezas  de concordancia, unas con otras se intuían.

Al terminar mi obra, pude observar una serie de islas  delineadas

sin espacio ni mar que las delimitara,

y en cada isla amanecía un eco de risa,

como un recuerdo feliz de los instantes más gratos de mi vida

Otro miércoles al anochecer entre en  mi habitación,

y me quede pasmada al observar un desatino peculiar…

la almohada de mi amado Tóbal, como nube de estío al techo llorando se adhería 

Y mi almohada corría por toda la estancia

pegando saltitos para recibir cada lagrima,

y cada gotita que empapaba era cristal hechizado que mi pecho hendía

El dolor era altisonante…el efecto, fulminante…

pero mi alegría vino otra vez a socorrerme de ese mal.

y con espasmos y carcajadas acomode sabanas y almohadas

que de recuerdos gratos quiero vivir…en esta tormenta de soledad


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Carol and Concepción)

(texto registrado)



Mu 1960

 


MU 1960

(DIARIO SILENTE)

(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)


La oscuridad era la más perfecta obstinación, perpleja reina en eones de dominio salvaje, la ceguera

solo era el complemento directo  a nuestra obcecación en querer mirar y/o comprender.

El frio era devastador e inerte, y de una longitud solo contada con las arenas del mar, la inmovilidad era

nuestro destino y nuestro adjetivo más simple.

Con los ojos sellados por el peso de nuestra  rabia abandonada,

con la mente transitando por el cúmulo de las autistas esponjas marinas.

Cuando el tiempo  empezó a revelarse por fin,

solo fue un espacio de muerte asilvestrada,

pensando que nunca habíamos vivido

cuando la muerte era un pozo de resurrección.

Cuando el vivir solo era sueño de no vida,

relegamos el fragor del viento en  nuestros rostros,

y si en algún lugar quizás lo sentimos,

ya lo habíamos olvidado.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty

(texto registrado)




INFUNDIBULUM, CRONO, SINCLASTICO

  «Ahora todos saben cómo encontrar el sentido de la vida dentro de uno mismo. Pero la humanidad no siempre fue tan afortunada. Hace menos d...