-Buenos días señor
-Buenos días, dígame usted
-El motivo de mi visita es el siguiente.
-Soy todo oídos
-Vera usted soy paraguayo, y vengo a pedirle la mano de su hija para hacerla feliz
-¿Para que?
-No, para que, no, paraguayo..
(Hasta aquí el chiste).
Lo que pasó después:
-Ah, ya. Pero es que verá usted, hay un pequeño problema
-Dígame usted
-Es que resulta que mi hija es puta
-No le veo el inconveniente
-Es que su madre también lo es. Y mi otra hija también, e incluso una ahijada que tengo acogida en casa también.
-Umm, entiendo. Y en donde comercian con su cuerpo, ¿Queda lejos?
- No, que va, aquí mismo en la casa.
Yo es que hago la veces de madame, de "cafishio" si usted me entiende
-Vaya, que bien, negocio familiar. ¿Y qué tal les va?
- Bien no nos podemos quejar. Pero últimamente ando algo cansado y distraído, sabe usted, debe ser cosa de la edad.
-Si, eso debe ser, aunque yo le veo muy bien.
-No crea, no, pura fachada. ¿Por cierto, y ya que le veo tan bien predispuesto y con ganas de formar familia, como debe ser ¿a usted no le interesaría comprar, a parte de mi hija, el resto de la prole, incluida la casa y el know how?..se lo dejaría a buen precio.
-Uy!! no me esperaba está oferta tan tentadora.
-piénseselo...
-No hay nada que pensar, soy el sargento de policía Ortunyo Mcnulty, y queda usted arrestado por proxeneta...le advierto que todo lo que diga puede ser usado en su contra.... Ah!!! y no soy paraguayo, que soy de Barcelona.
Lo que pasó después: Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
( Texto registrado)
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