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sábado, 5 de diciembre de 2020

La silla siciliana



La silla siciliana

Preludio:
Mis costillas son el cimiento aéreo de todo lo que se puede contener


En la mesita de noche descansaban los retoños de un millón de flores, 
junto al retrato que mira al horizonte, 
junto al reloj del cual ya no entendimos su misión, 
cerca del recipiente con semillas de ajenjo, 
y una moneda tan anciana como era la casa.

Mis clavículas enfermaban en el jardín respirando fragancias infinitas.

En la cama vivían tantos seres...
Ésta era el paraíso necesario. 
Una oración lenta y lejana 
que recitaban los seres en silencio 
cuando las cortinas eran desnudadas 
y el halito del sol matutino bostezaba 
sobre mis rodillas enfermas y delicadas.

Mis pies se hunden en la niebla
y elaboran un nuevo y secreto sendero.

La silla me espera paciente.
Llego de Sicilia antes de la guerra, 
esta sucia y desvencijada,  
aunque su cuero sigue siendo noble 
y me habla de estilos de vida antiguos.

Su asiento es adictivo aun,
y me parece oír en su crujido
la voz de los cuentos mas misteriosos.
Su mordisco ya no produce dolor,
mi sangre ya no recorre el sendero secreto.

Ahora todo esta en silencio,
y la paz vuelve a reinar.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)





Holiday in the Lacrima’s City

       


Holiday in the Lacrima’s City

(Fragmento de mi obra Los Ciempiés Dorados)



Rodaban las ciénagas en nuestro destino reciente.
110 días después de la última locura,
volvía a aparecer el fuego durante la noche…
¡Vacaciones! gritaban nuestras entrañas.

La madrugada partió,
las ciénagas  se secarían  al sol de aquella mañana y dejarían paso al camino hacia la tierra del Cisne.

Hermoso y temido lugar para el descanso, 
más no había elección.
El sendero se abría a nuestros paso
y los apéndices que se enrollaban a nuestros pies
no eran obstáculo para la fatalidad de la sangre que se acumulaba en nuestras
sienes…

Hartos de pensar, relucía nuestra armadura soberana,
lacerada por la locura que invadía los rincones más recónditos de nuestros ojos. 

Hartos de pensar, nos entregaríamos al movimiento de la sal que invade el mar
de la tierra del Cisne.


“La Incapacidad de pasear" 

(Katy Trumbull, historia de un ardor)


Me llamo Katy Trumbull. 
Soy nada más y nada menos que una almeja Tapes Decussatus,
soy la reina de los bivalvos, 
pero todos me llaman la Almeja Fina Imperial.

Sin embargo mi pena es tan grande como mi incapacidad de moverme,
porque habéis de saber que a pesar de mi extraordinaria realeza tengo una
gran incapacidad…no puedo caminar,
soy una maldita reina de las almejas,
pero, ¡¡¡ATENCIÓN!!! Soy tetrapléjica…
¿Lo pueden creer?


Mis días se llenan de languidez bajo los 25 cm. del mas salado de los mares, 
y sin embargo no me siento sola,
son muchos los amigos que se acercan a charlar un ratito y me cuentan cosas,
la mayoría estériles. 
Recojo historias y alegrías,
la pena que fluye desde los llorones la filtro por mis valvas.


Tengo un deseo, confieso que me gustaría elaborar esas cositas redondas
que tanto se parecen a ese pequeño planeta.
que algunos amigos me describen de su mundo de origen
¿Cómo me dijeron que se llamaba?,
¡ah, si! Luna, eso es…

Quisiera hacer pequeñas lunitas y lanzarlas al éter
para que alumbren el Cisne, 
porque en mi mundo no tenemos Luna
y me da tanta pena,
tanta como mi incapacidad para pasear.


Mi incapacidad para pasear me da tiempo para organizar mi casa,
limpio todo lo que encuentra a mi alcance.
¡¡¡al cielo a través de la hacendosidad!!!
dirían los monjes trapenses.

Pero a mí que mas me da el cielo, mi cielo se
cubrió hoy.


Prelude Chopin N.º 4

(Katy’s Trumbull Song)”


Sol que me haces mirar más allá.
Sol enciende de una vez mi revolución,
trastoca este mundo de sombras humanas,
dame la señal de un cambio,
como la flor del granado quisiera ser, 
para cambiar en el fruto de sonrisas frescas
y deshacerme en el bosque de la boca que ame.


Sol conviérteme en la fábrica de la transparencia, 
vida transparente que haría gustosa….cada día un poco
cada día una vida nueva que quiera vivir.


Para vivir solo habría de esperar ser semilla, sueño sigiloso, shhh
Una vez devuelta en la vida, cazaría seres de mirada atenta, 
milagros de la concentración.
Los mediría y clasificaría,
les daría todo el tiempo del mundo para hacerme ser...
les pondría nombres, Azucena, Caléndula, flor de Esparta…


Llevaría mis presas a algún cine,
les contaría la película con el lenguaje de gestos,
solo para comprender lo inútil de mi explicación…


Pero son tan útiles mis presas.
el amor flota en cada una de sus prendas.
El amor que sostendría mi aliento. 


Sombras redondeadas

Mi cielo se cubrió hoy con polietileno expandido,
desastres que algunos llorones dejan a la deriva en mi mar.

Este en particular, se instalo a modo de tejado…
cielo de gránulos blanquecinos escoltado de peces engañados.


La bahía se dormía entre los lamentos de las olas gises del atardecer. 
Los llorones habíanse marchado al despuntar la primera estrella. 

Escuchaba los fragores de una lejana tormenta
que hacia mas silenciosa la soledad,
entre las sombras de aquel mar,
la noche, el deseo y la maldición invadían los parámetros salinos de mi hogar.

Un brillo repentino me saco de mi estupor,
y entonces vi la maravilla sobre mí…al alcance de mis manos,
(si hubiera tenido manos),
se encontraba una Luna de plata,
con su hermosa carita mirando hacia infinito azul que se imponía desde el cielo
carbonizado por el deseo de ser luz.



Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
(texto registrado)







viernes, 4 de diciembre de 2020

Danke fūr nitch. (Gracias por nada)


Mis palabras son solo el eco del segundo  en el que lo dije todo.

Desnudo entro en los bares
para dedicar mis elogios
a las telarañas que emergen
bajo las sillas.
Reconozco el desastre de mil vidas
vertidas sobre mi cabeza,
y ésta a su vez solo ha de tener la conciencia del único cabello que ha sido vencido,
y que maltrecho, camina despacio al encuentro de las telarañas que infectan las mil vidas que sueño cada instante.

Mis silencios son una jauría de pensamientos encerrados en una boca desdentada preludio de la sequedad del rio.
Y al salir de los bares dejo el aroma del fracaso, 
dejando mi desnudez vestida con los harapos de la mediocridad.
Y así, pulcramente alineado, 
saludo a las palomas que descienden de su vuelo para santificar el limo de la ciudad con excrementos, 
como si  fueran un premio otorgado para esta nueva paz que yace arrinconada detrás de los coches, 
las bicicletas,  
la faldas de la abuelas
y las trenzas de las niñas de los párvulos...

Y ahora tal vez solo me quede dar las gracias.
Gracias de corazón… 
por nada.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Petunia Peres, alias Pepe)
(texto registrado)



El esplendor de Logan Number Seven (mareas rotas)



 El esplendor de Logan Number Seven

(mareas rotas)

Fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo


Buenas tardes. 
Nuestro nombre es Logan Number Seven.
¿Los siete magníficos?
o ¿los siete pecados capitales?
o quizás ¿sean los apellidos de papa y mama?
Bueno, da lo mismo. lo cierto es que nos encontramos en el esplendor.

Visitamos Cisne en la primavera pasada.
Habíamos quedado con Katty para entregarle en mano  
el ultimo boletín de ofertas de Home Center
donde anunciaban oferta de polietileno expandido...¡¡¡6000 pesos la lamina de 0,5 cm!!!

********

BROKEN TIDE


Un tipo hundido
en la marea rota

Mírame ahora,
el hambre
en las puertas del océano...
mírame ahora

Lo insaciable entre aullidos
de mareas rotas incendiadas
en la ventana que mira al cielo...
mírame ahora

Observo el mar sin ira
ante las mareas rotas

Por mi hambre
miro el horizonte

Fabrica de faros destruida
en el centro de todo lo nuevo...

Húmedo de mareas
soy un  tipo semihundido
cerca de la estación final
que se retuerce como un sol herido

Siéntate ante esta marea rota
explica un plegaria...
siéntate, déjate deslumbrar
por el faro final de la estación solar.

******

Con mi amiga Katty Trumboll analizo el desmenuzar de los polietilenos, 
mientras le doy clases de trigonometria...
Y así entre charla y charla fabrico minúsculas lunas en donde residir.
Dándome de bruces en cada pequeño cráter  
cada que vez pronuncio el dolor de tu lejanía.

Tengo ya el  pijama sumergido
en la marea rota.
Tan rota esta, 
como roto esta el corazón esperando el esplendor.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Logan Number Seven)
(texto registrado)



Fantasmas hambrientos de tiempo

Fantasmas hambrientos de tiempo



Orillamos las tumbas  con cuidado
para no  despertar las ausencias que las contienen

Aceleramos el pulso, la adrenalina...

El resto es un silencio que no se deja ver,
una palabra vertida sobre nuestra conciencia.

Si hablamos de los manjares... ¿los haremos  nuestros?
Si elegimos el camino del agua... ¿nadaremos entre lluvia y lagrimas?
Si elegimos no elegir...¿aprenderemos a deshacernos entre las simientes que nos arroja esta vida? 

Indeleble...Inexistente… Invisible...

Agua que nos ha de contener.
Corazón que nos hará hervir.
Cielo que un día habremos de visitar.
Rebelión que nos lanza palabras invisibles...


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of The Ghost of the Shelf)
(texto registrado)


 




Queridos Mirantes, si no han visto Paris Texas....véanla. El final de este film es especialmente hermoso a la vez que desgarrador...

PD.
Y de paso vean todas las pelis del bueno de Win Wenders.



martes, 1 de diciembre de 2020

Diálogos con tu zapatilla izquierda



Diálogos con tu zapatilla izquierda


Tu cara sonríe en el mar silvestre.
Yo quiero verte reír.
Yo quiero conocer si realmente estoy loco.
Loco de atar por verte desnuda de vestigios paganos.
Pero hoy estoy cansado, querer amarte y desearte no cansa,
pero al alcance de mi mano deberías  estar.

Pero hoy ando cansado,
y los vestidos de tu armario te juro los he visto bailar.

Corrí a la cocina,  
anduve de aquí para allá abriendo cajones, utilizando platos,
lavando las hojas del geranio azul.
Tus vestidos me seguían en enloquecedora danza.
En un momento indeterminado me puse a conversar con tu zapatilla izquierda, 
sobresalía esta ligeramente de debajo de la cama
y me miraba hambrienta de tu pie…

Debería volver a cantar, sabes, 
dicen que el canta su mal espanta, 
y quizás de tanto espantar, 
los vestidos de tu armario utilizasen el bono bus para ir a encontrarte en la montaña de mi delirio,
el hogar en donde te amo correctamente loco por ti, en esta tarde de locura y cansancio...


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)



Simonetta...Florencia sin ti

               
Detalle del rostro de Simonetta Vespucci en el lienzo"El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli

Simonetta... Florencia Sin Ti


Siento el frio del mármol
de tu morada al alcance de mis dedos,
ahora que mis piernas ya no me sostienen
y no puedo hacer nada mas que yacer a tus pies

Tan feliz como pueda estar,
elegantemente enamorado
en la eternidad.

Recreado fue mi amor
en una ordalía de lienzos y pinceles,
buscando el aliento de tú vida que me escatimaste

Tan lejos te fuiste,
y tanto me costo volver a encontrarte...



Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sandro Botticelli)
(Texto registrado)




DE PASEO CON AMIGOS QUE TE QUIEREN

 





DE PASEO CON AMIGOS QUE TE QUIEREN


Esta noche es mágica, Luna.
Desnuda mi alma y siento la magnificencia brillar
cosida a la memoria.

El señor búho me vino a visitar
con su nueva barquita
comprada en la feria de las cosas imposibles,
y de tanto insistir recojo mis cascabeles
y una fiambrera  con merienda y frutita,
y nos lanzamos mi amigo y yo
en la oscura noche a buscar a Luna.

Y pienso ¡ huy! mi vaca, que no se vino

Y cuando la llamo oigo el estrepito,
y ahí está ella saltando y jugando con Luna
en la noche estrellada...

Es la figura del apocalipsis eterno
en el que se convierte mi amor por ti Luna.

Y así le dejo mi fiambrera a Búho y Vaca,
que yo con tenedor y cuchara
tan solo Luna quiero devorar
entre maullidos de amor y ternura.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Corazón Salado)
(texto registrado)








domingo, 29 de noviembre de 2020

Richard Gere y las matemáticas silvanas

 


Richard Gere y las matemáticas silvanas. 

Un poco más abajo a la derecha Sarah Brightman canta Moonriver con Juanito, Pepito y Dorotea, los gatos de Navarcles, que le confeccionan los coros.

(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)


Aquel día habíamos decidido caminar de puntillas, el humo quedo a nuestras espaldas pero la niebla se cernía sobre nuestro horizonte. Descalzos otra vez sobre los guijarros tropezábamos con las margaritas que crecían en desordenada danza nupcial. Y así fue como al atardecer nos topamos  con Richard Gere. Andaba el buen hombre de un lado a otro lado del enorme roble solitario que devolvía sombras y alivios al cauce del viento que deslizabase entre sus ramas ambiciosas de sol.
Cincuenta  años atrás Richard Gere había plantado el roble solitario en el declive de una loma cobriza de tanto recibir los soles de poniente. En aquel tiempo los donaires y bravuconerías eran plato de diario, era el tiempo de los patios de colegio del instituto mordaz y desalmado en donde los robles fueron juncos entonces. Las hojas no tenían relevancia en aquel pasado ardiente y desasosegado, daba igual el numero, la calidad y el reflejo que el sol las transmitía. Sin embargo la duda que nos tiñe en las inmadureces formas se erosionan y nos dan pinceladas y abanicos de aire canoso y algo desconchado ya. Y aunque la mirada se vuelve tierna con las miradas solo una hoja ha de captar la atención de Richard Gere.
Después de contar ciento veinticinco mil doscientas trece hojas, solo una, la más pequeña y suave, de terciopelado tacto se diría, es la que hace que la misión para la que la vida le prepara ya no tenga valor. Dos horas y veinticinco minutos más tarde las lagrimas empezaron a desgarrarse de sus ojos en la intima convicción que nada debía apartarlo de la candidez que arrobaba su cansado corazón. Richard Gere nos miro con la certidumbre que da el saber, con la certidumbre que da el tener que olvidar. Y así fue como nos pidió acompañarnos, con la mente vacía excepto por el recuerdo de la pequeña hoja que le acompañaría hasta el día de su muerte.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Jesús Tóbal Gonzálvez Fernández Galán Amador) 
(texto registrado)



sábado, 28 de noviembre de 2020

FCB Barcelona 4 - Selección nacional de Belice 2

 



El resultado del amor

Hace un tiempo, vi un partido de fútbol.
El resultado fue de 4 a 2 a favor del equipo local.
Pero a mí el único resultado que me interesa es el resultado del amor.
Y con esta frase me subí al primer helicóptero libre que encontré 
y me fui volando sobre las más altas cordilleras.
Aterricé en el pico más alto que hallé.
Tuve algunas visitas...
algunas espontáneas...
otras intolerables...
Una noche se presentó Dios a cenar. 
Después tuvimos una agradable charla mientras tomábamos whisky con soda...
se hizo tarde y San Pedro vino a buscarle. 
Andaba el santo preocupado por el Jefe, se le pasó la hora de la medicación.
A donde vamos a ir a parar, si hasta Dios se ha de medicar.
Luego a las 3 horas y 47 minutos se presentó la muerte. 
Venía de farra la muy libertina. 
Me dijo que había ligado con algunos pendejos. 
Muerte democrática pensé.
Ahora respiro fuerte... 
esperando otra visita que me otorgue otra esperanza. 
Otro resultado, 
quizás el resultado del amor.

PD.
Goles FCB. Barcelona 
Messi, minutos 12, 67 y 89
Ansu Fati, minuto 3.

Goles S.N Belice
Deon McCulay, minutos 15 y 87

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Perfil Escote)
(texto registrado)
 

Alaska


ALASKA


Encadenémonos a un buque de la armada.
Vamos a disfrutar tanto.
En la proa con la brisa en nuestras cabelleras.

Sentados sobre el fuego en Alaska
asándonos lentamente...
Será divertido ver sus caras

Y en un tarro de miel
¿Qué me dices?
Que ordalía de mixtura haríamos

Después de todo
solo es necesario el río y su corriente,
la calle larga y polvorienta abandonada a su suerte,
el valle con su árbol solitario
Frutos resecos y en cada fruto la sonrisa de la muerte

Nos acordamos de Huck, y también de Tom.
Y como no de Becky Tacher.
Que grandes personalidades han sido,
una vez se quitaron el disfraz de niños

Una vez quisimos ser como ellos.
En nuestra ignorancia dejamos la vida...
Pero en Alaska se está tan a gusto

Hoy bacalao con arroz.
Perdona se que no te apetece demasiado.
No te preocupes mañana regresa el buque de guerra,
y si quieres partiremos de nuevo
a dominar el mundo,
a creer en mentiras.

Nos haremos heridas en las mejillas,
solo para recordar un cierto dolor.
Beberemos el agua del mar.
Nuestros electrolitos estallaran vomitando bilis.
Nos sentiremos felizmente muertos recordando Alaska.

Algún día deberíamos regresar a Alaska

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Perfil Escote)
(texto registrado)



Ruedas

RUEDAS

Una rueda más avanzando por un sendero iluminado.
En el otero te espero, rueda despacio, pero llega a tiempo de ver una puesta de sol inédita.
Las ruedas que nos mueven son un artificio propio, un invento.
Las ruedas que nos trasladan de aquí para allá, van dejando un estrago de tiempo sin vivir.

Luego pararé a tomar un refresco, y cuando el otero esté a oscuras y el silencio retumbe una vez más, intentaré vender alguna de mis vidas, todas redondas como ruedas de destino.

Los colores del Sol son un engranaje para mis ruedas..la luz se aleja, el agua se agota, los suspiros se acallan, el sueño se resiste una vez más.
Hay un chirrido agudo cada vez que muevo esta pesada rueda, algo que no está bien, y en ese preciso instante toda el agua del mundo vuelve de nuevo y yace a mis pies oxidándome.

Las ruedas que transportan los sentidos crujen a cada giro por esta infinita vastedad acuática, en donde se van reflejando soles, lunas, astros perdidos en la inconmensurable danza de millones de ruedas que pueblan este universo.

PD.
A veces he de callar a riesgo de parecer bobo, porque si hablara disiparía cualquier duda sobre mi condición. Mientras, me dejó llevar por la rueda de mi vida.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)



Carrot

CARROT

Descripción:

Zopencos
Analfabetos
Negligentes
Absurdos
Habahelás
Obtusos
Retrógrados
Imbéciles
Arrastrados

REFLEXIÓN:

Todo el mundo corriendo detrás de una zanahoria sujeta por un palo por encima nuestras cabezas, conduciéndonos al patíbulo como ganado al matadero.
Y lo peor es que posiblemente está zanahoria no lo la sujete nadie más que nuestra propia estulticia.
Es posible que esta maldita zanahoria la llevemos nosotros mismos convencidos de lo astutos y "cool" que somos, olvidándonos de hacer cosas por querer solo mirarlas.

Un día se nos dio la opción de salir de la caverna del tío Platón. Parecía que la Red era la puerta abierta para tener un mundo mejor, más culto y libre y democrático.
¿Y que hicimos?... repetir las mismas rancias historias que nos contábamos cuando vivíamos de cara a la pared en la caverna de tío Platón. Solo hemos cambiado esa caverna, por otra más reluciente... pero al mismo tiempo más lúgubre.

PD.
Disculpen este ataque de demagogia...
Para que me perdonen, ahorita  mismo les cocino una "Carrot Cake"

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty 
(texto registrado)



Petunia Peres va a Ikea



Quino, cuanta falta nos haces

Petunia Peres va a Ikea

Petunia Peres, un buen día necesito una mesa...
Pidió permiso a Lagartija, y salió corriendo al Ikea.

Los semáforos rojos no detuvieron al bueno de Petunia,
ni las gárgolas de la catedral asustaron su energía.

Aquel día Lagartija se entretenía cocinando albóndigas suecas.
Mientras, la nena abultaba senos y nalgas, mientras cantaba:

🎶*"A la lima y al limón 
tu no tienes quien te quiera.

A la lima y al limón
te vas a quedar soltera"🎶

Y los feligreses del Ikea rezaban el rosario delante de las nuevas estanterías Kallax.

"Bienaventurados los buenos clientes de Ikea... Porque solo a ellos les será permitido tener la tarjeta Family"

Ante tal estruendo de pavores
Petunia decidió subirse a la torre Agbar a otear el horizonte...
Y así soñó con desiertos y mares en donde Lagartija o su nena no pudieran medrar.
En donde Ikea no sea más que una estúpida palabra dicha al viento.
Esa noche Petunia renunció para siempre a mesas y estantes, a sofás y armarios.
Y ya en su casa, Petunia y su soledad comen las viandas sobre la mesa de su dignidad.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Petunia Peres)
(texto registrado)

*Canción  "A la lima y al limón"
de los maestros Quiroga y Arias de Saavedra.



LAGARTIJA VERSUS PETUNIA

 







LAGARTIJA VERSUS PETUNIA 


Petunia Peres aprendió las normas siento aún un bebé, 
pero siendo como era el bebé más estúpido que jamás se haya recordado, 
pues eso, que las olvida constantemente.
Petunia Peres lleva un libro de notas para anotar todo lo que le ocurre, 
pero teniendo en cuenta su pésima caligrafía, 
de nada le sirve, NO ENTIENDE SU PROPIA LETRA!!!!!!.
Petunia Peres, vive en la ciudad de Rododendro Road, 
al noroeste de Selvas Del Abandono en el número 989 de Columpio sin Silla street. 
Su casa es una maravilla de sin sentido, 
el tejado está en el sótano, 
el salón en el balcón, la cocina en el baño, 
y el baño... bueno el baño está en el río que pasa delante de su casa.
Petunia Peres estuvo casado 19 veces. 
Se divorció 10, enviudó 4... 
de las otras cinco no quiere acordarse.

PETUNIA PERES EN EL DIA DE LAGARTIJA (DOCTORA ENFERMERA).

Hace tiempo, estudiaba
el movimiento del tiempo.
Hace un milenio
escuchaba atento un sonido
esclarecedor.
Lagartija corría
de prisa buscando
un calor.
Petunia Peres se encontraba tan solo.
En en el mejor de los casos, lo mejor era salir a la calle
acercarse al río para jugar con las piedras.
Formaría palabras en un dialecto extraño
Para poder comunicarse con Lagartija.

Lagartija vivía de la caridad,
Comía infelices insectos hartos de vivir, que buscaban el triste suicidio.
El día que Lagartija salvo el mundo, Petunia Peres tenia puestos en remojo los pies.

El día que Lagartija salvo el mundo, su única hija encontró trabajo como peluquera

El día que Lagartija salvo al mundo...ah!!!
Que buenos tiempos aquellos
cuando el mundo era en blanco y negro.
Los héroes bravucones hablaban sin parar de sus aventuras.
Los doctores enfermeros, eran buenos doctores entonces.
Ah!!! Que buenos tiempos eran aquellos.

Ahora Petunia Peres intenta comunicarse con Lagartija,
Le pide las píldoras de la larga enfermedad.
Y las boticas felices hacen turno de 24 horas.
Lagartija, vive de lujo, en lo alto de la colina.
Lagartija observa cada día las filas de Petunias Peres, pidiendo su medicina.
Mientras tanto la nena se dedica a hacer tintes y permanentes.
Pero no importa.
El mundo está a salvo.
Y Lagartija reina feliz sobre el desencanto.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Petunia Peres)
(texto registrado).



Maia la andariega





Maia la andariega

Maia es como Daniela,

esta llena de puertas, 

pero al contario de Daniela

las suyas siempre están abiertas.

Y a través de ellas nos lleva

a mundos de belleza.

Maia es la guía perfecta

para olvidarnos de la mezquindad

y sumergirnos en la trascendencia de la cosas bellas.


Maia esta llena de puertas,

detrás de cada puerta una visión de un mundo.

El verdadero mundo, el que debería prevalecer.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty

(texto registrado)




The vase your aunt Amelia gave you 3



The vase your aunt Amelia gave you 3

El JARRÓN QUE TE REGALO TU TÍA AMELIA 3


Un nuevo Domingo,
dejo atrás seis días que son como seis dagas de hielo.

Un nuevo festín dominical sentado ante un altar sin dioses que lo iluminen.

¿Qué reserva la próxima colección de cuchillos y maquinas de cortar?

Antes de levantarme en este festivo inactivo
volví a soñar con estelas en el cielo,
cada estela era un sendero
por el que deambulaban recuerdos de otros domingos

Ahora colecciono senderos perdidos en la memoria,
los guardo en el anaquel en donde pusiste el jarrón que un buen día te regalo tu tía Amelia,
cerca de la vasija en la que aguarda la esperanza de un cielo en el que todos los cuchillos se conviertan en Domingo.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)


viernes, 27 de noviembre de 2020

Blue Boulevard

Pissarro: Boulevard de Montmartre


Blue Boulevard


Esta noche he vuelto a visitar el antiguo corazón de la ciudad,
mientras mis cabellos canos,
y mis manos arrugadas lloran de nuevo con esta melodía melancólica.

La ciudad está tranquila y serena.
Los bares cerrados, restos de licor en vasos olvidados.
El viejo boulevard vacío de vida

Escucho el alba detrás de toda la podredumbre.
Mis ojos fatigados alientan la sombra de aquella nube

Hoy he vuelto al redil de la melancolía,
encerrado en mi viejo boulevard,
espero otra noche,
con mis llagas afectuosamente
ardiendo.

Ahora vivo en el corazón de una ciudad,
que es como un cementerio eternamente superpuesto de ilusiones.

Viviré en el viejo boulevard de canciones tristes

Viviré en el boulevard vacío de vida


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)


Love in the time of science

 



El amor en el tiempo de la ciencia



El amor en el tiempo de la ciencia
es promesa de sintéticas emociones.

La ciencia se asoma a tus sentidos
y te colma de beneplácitos celulares.

El amor se sostiene sobre las miasmas
y flota entre cablecitos e interruptores.

Tecnológicamente imperfectos,
sentimentalmente arropados

¿Sobramos en este mundo mi amor?
¿Es la ciencia y la química el postrero grado?

¿O quizás ya no somos lo que éramos?
Puede ser que tengamos las rotulas cansadas

¿Puede determinar nuestro sexo
los cambios que nos protegen?

Somos los androides escogidos
de la obra de nuestros mentores.

Salgamos de dudas, y en esta lluvia
remolquémonos en la bahía,
que el oxido renazca en nuestras membranas,
y con un beso metálico te llevare al cielo.

En el amor en el tiempo de la ciencia
quiero saber que lo que nos suceda
sea la imbricación ultima
entre mi tornillo y tu tuerca.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of The Ghost Of The Shelf)
(texto registrado)



Èssers cibernètics (seres ciberneticos)

 



Èssers cibernètics

(Seres cibernéticos)



Avui estic adormid (hoy estoy tan adormecido)

i em fant tan mal els genolls (y tengo tan dolor en las rodillas)


Som éssers cibernètics (somos seres cibernéticos)

envoltats de hivernacles (rodeados de invernaderos)


Allarga els teus dits intel·lectuals (alarga tus dedos intelectuales)

i acaronam el rostre virtual (y acaríciame mi faz virtual)


Potser avui tinc el record (quizás hoy tenga el recuerdo)

de quan corria la meva sang (de cuando  corría mi sangre)

i em feien tan mal (y me hacia tanto mal)

les intrèpides pedres (las piedras intrépidas)


Som éssers cibernètics (somos seres cibernéticos)

envoltats de crims cinètics (rodeados de crímenes cinéticos)


Allarga els teus dits de debò (alarga tus dedos verdaderos)

i per una vegada entre plors (y por una vez entre lagrimas)

amb la sang sota les ungles (con la sangre bajo las uñas)

sentire el teu cau meravellos (sentiré tu cobijo maravilloso)


No he nescut ahir (no nací ayer)

no he nescut ara (no he nacido ahora)

et recordo de fa tant (te recuerdo de hace tanto)

no pot ser que sigui de metall (no puede ser que sea de metal)


Allarga els teus dits virtuals (alarga tus dedos virtuales)

i acaricia les paraules que deia (y acaricia las palabras que decía)


Recordo el batec del teu cos (recuerdo el latido de tu cuerpo)

però ara només tinc la fredo (pero ahora solo tengo la frialdad)

de una idea de sang i cor (de una idea de sangre y corazón)


Som éssers cibernètics (somos seres cibernéticos)

envoltats de hivernacles (rodeados de invernaderos)


Som éssers cibernètics (somos seres cibernéticos)

nescuts sense ser records (nacidos sin recuerdos)


No he nescut ahir (no he nacido ayer)

no he nescut ara (no he nacido ahora)

et recordo de fa tant (te recuerdo de hace tanto)

no pot ser que sigui de metall (no puede ser que sea de metal)


Autoría: Ortunyo Benjumea mcnulty (walking in the shoes of The Ghost Of The Shelf)
(texto registrado)



Bienvenidos a la mediocridad





Bienvenidos a la mediocridad

Escondí la llave en la pecera cuando la tarde crecía en la oscuridad

Al amanecer
no había llave ni pecera.
Pero el agua inundaba la habitación
donde habita el gato,
lamentándose por una ausencia indefinida

Al atardecer el poeta ya había muerto.
Y todas las campanas del mundo
tañían alborozadas en la última iglesia.
Mientras las multitudes celebraban
el hueco dejado por el poeta
rellenándolo con toda su apestosa porquería.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of The Ghost on the Shelf)
(texto registrado)










INFUNDIBULUM, CRONO, SINCLASTICO

  «Ahora todos saben cómo encontrar el sentido de la vida dentro de uno mismo. Pero la humanidad no siempre fue tan afortunada. Hace menos d...