Quino, cuanta falta nos haces
Petunia Peres va a Ikea
Petunia Peres, un buen día necesito una mesa...
Pidió permiso a Lagartija, y salió corriendo al Ikea.
Los semáforos rojos no detuvieron al bueno de Petunia,
ni las gárgolas de la catedral asustaron su energía.
Aquel día Lagartija se entretenía cocinando albóndigas suecas.
Mientras, la nena abultaba senos y nalgas, mientras cantaba:
🎶*"A la lima y al limón
tu no tienes quien te quiera.
A la lima y al limón
te vas a quedar soltera"🎶
Y los feligreses del Ikea rezaban el rosario delante de las nuevas estanterías Kallax.
"Bienaventurados los buenos clientes de Ikea... Porque solo a ellos les será permitido tener la tarjeta Family"
Ante tal estruendo de pavores
Petunia decidió subirse a la torre Agbar a otear el horizonte...
Y así soñó con desiertos y mares en donde Lagartija o su nena no pudieran medrar.
En donde Ikea no sea más que una estúpida palabra dicha al viento.
Esa noche Petunia renunció para siempre a mesas y estantes, a sofás y armarios.
Y ya en su casa, Petunia y su soledad comen las viandas sobre la mesa de su dignidad.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Petunia Peres)
(texto registrado)
de los maestros Quiroga y Arias de Saavedra.
Buena crítica al absurdo capitalismo que nos secuestra la dignidad!
ResponderBorrarY a muchos las ganas de ser dignos
BorrarGracias Maia