Tinc la talaia perfecta (tengo el mirador perfecto) per decidir on tinc que escombrar (para decidir donde tengo que barrer)
Soc de fang i pedres. (soy de barro y piedras) El meu reialme (mi reino) esta incubat sota els camins (esta incubado bajo los caminos)
Tinc el merit de tornar del infern (tengo el merito de volver del infierno) i decidir on renéixer (y decidir donde renacer)
Soc inversemblant... (soy inverosímil)
Dins del meu reialme (dentro de mi reino) Crido a les portes obertas (llamo a las puertas abiertas) per sentir les converses (para oír las charlas)
Soc el riure i la por (soy la risa y el miedo) el fastic i el plor (el asco y el llanto) suran sobre els nubols i el foc (flotando sobre las nubes y el fuego)
Soc el monarca (soy el monarca) del reialme de les tempestes proteiniques (del reino de las tempestades proteínicas)
I m'adereixio als sostres i pareds (y me adhiero a los techos y paredes)
com si fos una mena de ectoplasma furios (como una clase de ectoplasma furioso)
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Chtulhu)
Una mitad tira hacia delante, y la otra tira hacia atrás
Y en medio esta la otra mitad que forma parte de las otras mitades.
¿Quién ganara la partida?
Un cisma catalizador necesito. Que me retome por el centro, y me estire hacia los lados del tiempo que me alarga, que me doble y me lie y me haga un lazo, un nudo gordiano.
Y luego convertido ya en pelota
me lanzare a rebotar por todos lados.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Perfil Escote)
y de tanto soportar lo insoportable, las acémilas parecen corderitos a mi lado.
No se correr ni nadar en el viento huracanado, que mi selva preferida esta arada por los leones, y en los lagos desayuno para recoger la fuerza con la que empezar de nuevo,
limpiando de mentiras y estratagemas
los desvelos de mi espíritu por conocer lo nuevo,
lo esquivo y lo deseable.
La taumaturgia que me lleve volando a tu reino es lo que necesito,
aun sabiendo que esa parada no será la definitiva.
Pero aturdido y confuso releo los periódicos viejos,
buscando la noticia oculta.
Me deslizo por las ofertas inmobiliarias
buscando una ruina en la que habitar,
para sentirme acorde con el estado ruinoso de mi interior....
Y sin embargo aguantare y sobreviviré a las vueltas del rosario de cristal que por mi lo rezan las viejas moradoras de mis pesadillas
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of...no se de que ruina puede ser esta vez)
Ahora somos huérfanos de diamantes, niños ancianos oscuros y lánguidos. Ojala no te hubieras marchado.
"Yo jamás me fui me cantasteis una bonita y embustera canción de cuna y me dormí… me tapasteis con cien mantas y ahogasteis mi luz... Yo nunca me fui...vivo en los sueños en las pesadillas dentro de un pozo al lado del mercado de abastos...yo sigo aquí ¿Dónde mas podría ser"?
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of El Nativo)
Salimos a primera hora de la mañana, antes de que las multitudes despertaran.
Queríamos hacer nuestro trabajo en silencio pero tu empezaste a gritar. Sabias bien que no era un hombre normal, que las noches eran un clamor en mi sangre, pero me amabas precisamente por ello
Cuanto empezó la guerra la ciudad dormía
mientras la luna soñaba entre vapores de adicción y de asentimiento.
Los primeros heridos vivieron. Los que siguieron fueron condenados al olvido.
Mi sangre se fundió con el lodo cuando empezaste llorar.
Tiempo después vivimos en el loft semiderrumbado en la esquina mas sucia de la ciudad. 1984 quedo muy lejos, Pero el Gran Hermano no da clemencia a los perdedores.
Odio tanto todo esto amor, escuchar la misma insoportable música una y otra vez.
Tus gritos ya no retumban entre mis sienes, y la pintura del baño ha perdido su color
Los últimos muertos viven en mi conciencia de sobreviviente, pasean descalzos entre las ruinas de nuestra libertad.
La próxima noche volveré a la batalla, un vendaval de venganza me asistirá. Tus ojos ya no llueven, pero ahora eres mas hermosa para mi.
Grita para mi como entonces, grita y despierta la multitud, deja que destrocen mi silencio, deja que la bilis brote ante ellos.
Pero el rincón mas sucio de la ciudad es tan bien el mas bello...
No me despiertes esta noche mi amor
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of The Ghost of the Shelf)
Mis costillas son el cimiento aéreo de todo lo que se puede contener
En la mesita de noche descansaban los retoños de un millón de flores,
junto al retrato que mira al horizonte,
junto al reloj del cual ya no entendimos su misión,
cerca del recipiente con semillas de ajenjo,
y una moneda tan anciana como era la casa.
Mis clavículas enfermaban en el jardín respirando fragancias infinitas.
En la cama vivían tantos seres... Ésta era el paraíso necesario.
Una oración lenta y lejana
que recitaban los seres en silencio
cuando las cortinas eran desnudadas
y el halito del sol matutino bostezaba
sobre mis rodillas enfermas y delicadas.
Mis pies se hunden en la niebla y elaboran un nuevo y secreto sendero.
La silla me espera paciente. Llego de Sicilia antes de la guerra,
esta sucia y desvencijada,
aunque su cuero sigue siendo noble
y me habla de estilos de vida antiguos.
Su asiento es adictivo aun, y me parece oír en su crujido la voz de los cuentos mas misteriosos. Su mordisco ya no produce dolor, mi sangre ya no recorre el sendero secreto.
Ahora todo esta en silencio, y la paz vuelve a reinar.
Rodaban las ciénagas en nuestro destino reciente. 110 días después de la última locura, volvía a aparecer el fuego durante la noche… ¡Vacaciones! gritaban nuestras entrañas.
La madrugada partió, las ciénagas se secarían al sol de aquella mañana y dejarían paso al camino hacia la tierra del Cisne.
Hermoso y temido lugar para el descanso, más no había elección. El sendero se abría a nuestros paso y los apéndices que se enrollaban a nuestros pies no eran obstáculo para la fatalidad de la sangre que se acumulaba en nuestras sienes…
Hartos de pensar, relucía nuestra armadura soberana, lacerada por la locura que invadía los rincones más recónditos de nuestros ojos.
Hartos de pensar, nos entregaríamos al movimiento de la sal que invade el mar de la tierra del Cisne.
“La Incapacidad de pasear"
(Katy Trumbull, historia de un ardor)
Me llamo Katy Trumbull. Soy nada más y nada menos que una almeja Tapes Decussatus, soy la reina de los bivalvos, pero todos me llaman la Almeja Fina Imperial.
Sin embargo mi pena es tan grande como mi incapacidad de moverme, porque habéis de saber que a pesar de mi extraordinaria realeza tengo una gran incapacidad…no puedo caminar, soy una maldita reina de las almejas, pero, ¡¡¡ATENCIÓN!!! Soy tetrapléjica… ¿Lo pueden creer?
Mis días se llenan de languidez bajo los 25 cm. del mas salado de los mares, y sin embargo no me siento sola, son muchos los amigos que se acercan a charlar un ratito y me cuentan cosas, la mayoría estériles. Recojo historias y alegrías, la pena que fluye desde los llorones la filtro por mis valvas.
Tengo un deseo, confieso que me gustaría elaborar esas cositas redondas que tanto se parecen a ese pequeño planeta. que algunos amigos me describen de su mundo de origen ¿Cómo me dijeron que se llamaba?, ¡ah, si! Luna, eso es…
Quisiera hacer pequeñas lunitas y lanzarlas al éter para que alumbren el Cisne, porque en mi mundo no tenemos Luna y me da tanta pena, tanta como mi incapacidad para pasear.
Mi incapacidad para pasear me da tiempo para organizar mi casa, limpio todo lo que encuentra a mi alcance. ¡¡¡al cielo a través de la hacendosidad!!! dirían los monjes trapenses.
Pero a mí que mas me da el cielo, mi cielo se cubrió hoy.
Prelude Chopin N.º 4
(Katy’s Trumbull Song)”
Sol que me haces mirar más allá. Sol enciende de una vez mi revolución, trastoca este mundo de sombras humanas, dame la señal de un cambio, como la flor del granado quisiera ser, para cambiar en el fruto de sonrisas frescas y deshacerme en el bosque de la boca que ame.
Sol conviérteme en la fábrica de la transparencia, vida transparente que haría gustosa….cada día un poco cada día una vida nueva que quiera vivir.
Para vivir solo habría de esperar ser semilla, sueño sigiloso, shhh Una vez devuelta en la vida, cazaría seres de mirada atenta, milagros de la concentración.
Los mediría y clasificaría, les daría todo el tiempo del mundo para hacerme ser... les pondría nombres, Azucena, Caléndula, flor de Esparta…
Llevaría mis presas a algún cine, les contaría la película con el lenguaje de gestos, solo para comprender lo inútil de mi explicación…
Pero son tan útiles mis presas. el amor flota en cada una de sus prendas. El amor que sostendría mi aliento.
Sombras redondeadas
Mi cielo se cubrió hoy con polietileno expandido, desastres que algunos llorones dejan a la deriva en mi mar.
Este en particular, se instalo a modo de tejado… cielo de gránulos blanquecinos escoltado de peces engañados.
La bahía se dormía entre los lamentos de las olas gises del atardecer. Los llorones habíanse marchado al despuntar la primera estrella.
Escuchaba los fragores de una lejana tormenta que hacia mas silenciosa la soledad, entre las sombras de aquel mar, la noche, el deseo y la maldición invadían los parámetros salinos de mi hogar.
Un brillo repentino me saco de mi estupor, y entonces vi la maravilla sobre mí…al alcance de mis manos, (si hubiera tenido manos), se encontraba una Luna de plata, con su hermosa carita mirando hacia infinito azul que se imponía desde el cielo carbonizado por el deseo de ser luz.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
Mis palabras son solo el eco del segundo en el que lo dije todo.
Desnudo entro en los bares para dedicar mis elogios a las telarañas que emergen bajo las sillas. Reconozco el desastre de mil vidas vertidas sobre mi cabeza, y ésta a su vez solo ha de tener la conciencia del único cabello que ha sido vencido, y que maltrecho, camina despacio al encuentro de las telarañas que infectan las mil vidas que sueño cada instante.
Mis silencios son una jauría de pensamientos encerrados en una boca desdentada preludio de la sequedad del rio. Y al salir de los bares dejo el aroma del fracaso,
dejando mi desnudez vestida con los harapos de la mediocridad. Y así, pulcramente alineado,
saludo a las palomas que descienden de su vuelo para santificar el limo de la ciudad con excrementos,
como si fueran un premio otorgado para esta nueva paz que yace arrinconada detrás de los coches,
las bicicletas,
la faldas de la abuelas
y las trenzas de las niñas de los párvulos...
Y ahora tal vez solo me quede dar las gracias.
Gracias de corazón…
por nada.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Petunia Peres, alias Pepe)
Fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo
Buenas tardes.
Nuestro nombre es Logan Number Seven. ¿Los siete magníficos?
o ¿los siete pecados capitales? o quizás ¿sean los apellidos de papa y mama? Bueno, da lo mismo. lo cierto es que nos encontramos en el esplendor.
Visitamos Cisne en la primavera pasada.
Habíamos quedado con Katty para entregarle en mano
el ultimo boletín de ofertas de Home Center
donde anunciaban oferta de polietileno expandido...¡¡¡6000 pesos la lamina de 0,5 cm!!!
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BROKEN TIDE
Un tipo hundido en la marea rota
Mírame ahora, el hambre en las puertas del océano... mírame ahora
Lo insaciable entre aullidos de mareas rotas incendiadas en la ventana que mira al cielo... mírame ahora
Observo el mar sin ira ante las mareas rotas
Por mi hambre miro el horizonte
Fabrica de faros destruida en el centro de todo lo nuevo...
Húmedo de mareas soy un tipo semihundido cerca de la estación final que se retuerce como un sol herido
Siéntate ante esta marea rota explica un plegaria... siéntate, déjate deslumbrar por el faro final de la estación solar.
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Con mi amiga Katty Trumboll analizo el desmenuzar de los polietilenos,
mientras le doy clases de trigonometria... Y así entre charla y charla fabrico minúsculas lunas en donde residir. Dándome de bruces en cada pequeño cráter
cada que vez pronuncio el dolor de tu lejanía.
Tengo ya el pijama sumergido en la marea rota. Tan rota esta,
como roto esta el corazón esperando el esplendor.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Logan Number Seven)
Orillamos las tumbas con cuidado para no despertar las ausencias que las contienen
Aceleramos el pulso, la adrenalina...
El resto es un silencio que no se deja ver, una palabra vertida sobre nuestra conciencia.
Si hablamos de los manjares... ¿los haremos nuestros? Si elegimos el camino del agua... ¿nadaremos entre lluvia y lagrimas? Si elegimos no elegir...¿aprenderemos a deshacernos entre las simientes que nos arroja esta vida?
Indeleble...Inexistente… Invisible...
Agua que nos ha de contener. Corazón que nos hará hervir. Cielo que un día habremos de visitar. Rebelión que nos lanza palabras invisibles...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of The Ghost of the Shelf)
(texto registrado)
Queridos Mirantes, si no han visto Paris Texas....véanla. El final de este film es especialmente hermoso a la vez que desgarrador...
PD.
Y de paso vean todas las pelis del bueno de Win Wenders.
Detalle del rostro de Simonetta Vespucci en el lienzo"El nacimiento de Venus" de Sandro Botticelli
Simonetta... Florencia Sin Ti
Siento el frio del mármol de tu morada al alcance de mis dedos, ahora que mis piernas ya no me sostienen y no puedo hacer nada mas que yacer a tus pies
Tan feliz como pueda estar, elegantemente enamorado en la eternidad.
Recreado fue mi amor en una ordalía de lienzos y pinceles,
buscando el aliento de tú vida que me escatimaste
Tan lejos te fuiste, y tanto me costo volver a encontrarte...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sandro Botticelli)
Esta noche es mágica, Luna. Desnuda mi alma y siento la magnificencia brillar cosida a la memoria.
El señor búho me vino a visitar con su nueva barquita comprada en la feria de las cosas imposibles, y de tanto insistir recojo mis cascabeles y una fiambrera con merienda y frutita, y nos lanzamos mi amigo y yo en la oscura noche a buscar a Luna.
Y pienso ¡ huy! mi vaca, que no se vino
Y cuando la llamo oigo el estrepito, y ahí está ella saltando y jugando con Luna en la noche estrellada...
Es la figura del apocalipsis eterno en el que se convierte mi amor por ti Luna.
Y así le dejo mi fiambrera a Búho y Vaca, que yo con tenedor y cuchara tan solo Luna quiero devorar entre maullidos de amor y ternura.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Corazón Salado)
Un poco más abajo a la derecha Sarah Brightman canta Moonriver con Juanito, Pepito y Dorotea, los gatos de Navarcles, que le confeccionan los coros.
(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)
Aquel día habíamos decidido caminar de puntillas, el humo quedo a nuestras espaldas pero la niebla se cernía sobre nuestro horizonte. Descalzos otra vez sobre los guijarros tropezábamos con las margaritas que crecían en desordenada danza nupcial. Y así fue como al atardecer nos topamos con Richard Gere. Andaba el buen hombre de un lado a otro lado del enorme roble solitario que devolvía sombras y alivios al cauce del viento que deslizabase entre sus ramas ambiciosas de sol.
Cincuenta años atrás Richard Gere había plantado el roble solitario en el declive de una loma cobriza de tanto recibir los soles de poniente. En aquel tiempo los donaires y bravuconerías eran plato de diario, era el tiempo de los patios de colegio del instituto mordaz y desalmado en donde los robles fueron juncos entonces. Las hojas no tenían relevancia en aquel pasado ardiente y desasosegado, daba igual el numero, la calidad y el reflejo que el sol las transmitía. Sin embargo la duda que nos tiñe en las inmadureces formas se erosionan y nos dan pinceladas y abanicos de aire canoso y algo desconchado ya. Y aunque la mirada se vuelve tierna con las miradas solo una hoja ha de captar la atención de Richard Gere.
Después de contar ciento veinticinco mil doscientas trece hojas, solo una, la más pequeña y suave, de terciopelado tacto se diría, es la que hace que la misión para la que la vida le prepara ya no tenga valor. Dos horas y veinticinco minutos más tarde las lagrimas empezaron a desgarrarse de sus ojos en la intima convicción que nada debía apartarlo de la candidez que arrobaba su cansado corazón. Richard Gere nos miro con la certidumbre que da el saber, con la certidumbre que da el tener que olvidar. Y así fue como nos pidió acompañarnos, con la mente vacía excepto por el recuerdo de la pequeña hoja que le acompañaría hasta el día de su muerte.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Jesús Tóbal Gonzálvez Fernández Galán Amador)
Encadenémonos a un buque de la armada. Vamos a disfrutar tanto. En la proa con la brisa en nuestras cabelleras.
Sentados sobre el fuego en Alaska asándonos lentamente... Será divertido ver sus caras
Y en un tarro de miel ¿Qué me dices? Que ordalía de mixtura haríamos
Después de todo solo es necesario el río y su corriente, la calle larga y polvorienta abandonada a su suerte, el valle con su árbol solitario Frutos resecos y en cada fruto la sonrisa de la muerte
Nos acordamos de Huck, y también de Tom.
Y como no de Becky Tacher. Que grandes personalidades han sido, una vez se quitaron el disfraz de niños
Una vez quisimos ser como ellos. En nuestra ignorancia dejamos la vida... Pero en Alaska se está tan a gusto
Hoy bacalao con arroz. Perdona se que no te apetece demasiado. No te preocupes mañana regresa el buque de guerra, y si quieres partiremos de nuevo a dominar el mundo, a creer en mentiras.
Nos haremos heridas en las mejillas, solo para recordar un cierto dolor. Beberemos el agua del mar. Nuestros electrolitos estallaran vomitando bilis. Nos sentiremos felizmente muertos recordando Alaska.
Algún día deberíamos regresar a Alaska
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Perfil Escote)
En el otero te espero, rueda despacio, pero llega a tiempo de ver una puesta de sol inédita.
Las ruedas que nos mueven son un artificio propio, un invento.
Las ruedas que nos trasladan de aquí para allá, van dejando un estrago de tiempo sin vivir.
Luego pararé a tomar un refresco, y cuando el otero esté a oscuras y el silencio retumbe una vez más, intentaré vender alguna de mis vidas, todas redondas como ruedas de destino.
Los colores del Sol son un engranaje para mis ruedas..la luz se aleja, el agua se agota, los suspiros se acallan, el sueño se resiste una vez más.
Hay un chirrido agudo cada vez que muevo esta pesada rueda, algo que no está bien, y en ese preciso instante toda el agua del mundo vuelve de nuevo y yace a mis pies oxidándome.
Las ruedas que transportan los sentidos crujen a cada giro por esta infinita vastedad acuática, en donde se van reflejando soles, lunas, astros perdidos en la inconmensurable danza de millones de ruedas que pueblan este universo.
PD.
A veces he de callar a riesgo de parecer bobo, porque si hablara disiparía cualquier duda sobre mi condición. Mientras, me dejó llevar por la rueda de mi vida.
Todo el mundo corriendo detrás de una zanahoria sujeta por un palo por encima nuestras cabezas, conduciéndonos al patíbulo como ganado al matadero.
Y lo peor es que posiblemente está zanahoria no lo la sujete nadie más que nuestra propia estulticia.
Es posible que esta maldita zanahoria la llevemos nosotros mismos convencidos de lo astutos y "cool" que somos, olvidándonos de hacer cosas por querer solo mirarlas.
Un día se nos dio la opción de salir de la caverna del tío Platón. Parecía que la Red era la puerta abierta para tener un mundo mejor, más culto y libre y democrático.
¿Y que hicimos?... repetir las mismas rancias historias que nos contábamos cuando vivíamos de cara a la pared en la caverna de tío Platón. Solo hemos cambiado esa caverna, por otra más reluciente... pero al mismo tiempo más lúgubre.
PD.
Disculpen este ataque de demagogia...
Para que me perdonen, ahorita mismo les cocino una "Carrot Cake"