SIMPÓN
¡SILENCIO!...IMAGINO MI
PROPIA ONDA NEURONAL
La tarde ya se escucha llegar…imaginad el silencio que se duerme.
RECORDANDO A PAPÁ
Y así al llegar los anocheceres esperábamos ansiosos y decididos el último informe secreto…Simpón siempre estaba por llegar junto con la navidad y el pollo asado del domingo, la horchata after playa y el rosario de tristezas escondidas entre las maletas que pugnaban por despedirse de los informes secretos y los excelentes amigos de las aventuras soñadas y jamás iniciadas.
Los verdes sillones se hacen de agua, recuerdos de diarios doblados entre sus cojines nos hablan de esperas en la hora de cenar.
El duelo se dejaba en la cocina, el aire se estremecía con los latidos de los pequeños corazones en la espera del alivio del aburrimiento, ya la casita del juego perdido volvía a resplandecer entre fugaces minutos de espera….llamaban a la puerta de nuestra imaginación y al abrir ahí estaba Simpón, para llevarnos de la mano a ese mundo de ases galácticos, monstruos imposibles y doctores estrafalarios.
Los seres de nuestro recuerdo a veces se difuminan entre mareas de recientes acontecimientos, dejamos que el néctar de la ternura y la inocencia se vista de rencores y sin sabores…sería necesario y hasta urgente que el doctor Un Dedo Amarillo nos suministrara su descubrimiento…la sangre es débil pero el recuerdo siempre inventa excusas para volver.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty, al anochecer cuando las estrellas leen relatos de Asimov, Clarke, Bradbury y tantos otros.