Duelos y quebrantos
Mucho de ti nunca fue demasiado.
Bajo lo escalones con sigilo.
Salto por encima del número nueve agarrado a la barandilla, como si ésta fuera el punto de anclaje de todo mi universo.
No hago ruido ¿Quizás haya muerto ya?... No oigo mi respiración, y el latir de todo mi ser, debe ser un infinito silencio.
¿Dónde se halla escondida la cuchara grande de madera? La de remover el guiso.
Hoy tengo tanta hambre de "duelos y quebrantos".
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)
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