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sábado, 14 de noviembre de 2020

SOY IMPROBABLE EN MI VUELO




SOY IMPROBABLE EN MI VUELO


Soy un pájaro con el pico desencajado.
Soy el ave improbable.

No puedo comer.
No puedo besar.
No puedo beber.
No puedo besar.

Soy un pájaro con una sola ala y está rota.
Soy improbable en mi vuelo.

No puedo volar.
No puedo abrazar.
No puedo volar.
No puedo dar calor.

Soy un sol que brilla de noche,
que  miedo da el solo pensarlo.
Soy improbable en mi quehacer.

Ya no doy calor.
Ya no doy luz.
Ya no doy amor.
Ya no doy fotosíntesis.

Navego por un mar de hierba.
Me arrastro hacia el agua.
Soy improbable lagarto.

No soy herbívoro.
No soy acuático.
No se qué soy.
No respondo ante nada.

Soy un pájaro de antaño.
Algo deslucido.
Las alas grises.
Los ojos encendidos.
El corazón desaparecido.
Cumplo cada  día 10 años.
Soy un pájaro de antaño.

Vuelo de noche,
hacia un sol desnutrido.
Me arrastro por la hierba,
converso con cada gusano

No puedo volar.
No puedo abrazar.
No puedo volar.
No puedo dar calor.

Soy improbable en mi vuelo

No soy herbívoro.
No soy acuático.
No se qué soy.
No respondo ante nada.

Soy improbable lagarto.

Soy ángel jubilado.
Soy ángel estropeado.
Soy yermo.
Soy ángel helado.

Soy improbable  en mi quehacer.

No puedo comer.
No puedo volar.
No puedo beber.
No puedo amar.

Soy improbable en mi vuelo...

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)





Monumentos




Monumentos

 

Alguna vez fuimos funambulistas
abrazábamos las nubes, seres libres de estratégicas

 Dejábamos las huellas en la piedra.
Llenábamos los orificios de la naturaleza con nuestras palabras.

 Todavía existen la certezas.

Todavía habitan las verdades.

Todavía viven aquellos años.

Todavía estamos en la misma 
aventura.

Mansos en mayo,

rebeldes en junio,

amantes en julio,

el resto de la vida encandilados dentro de nosotros.

 Promesas de frutos maduros,
siempre con la palabra amor,
y el canto suspendido en los labios.

 Dejábamos para mas tarde las  gracias...
Por favor dame sol... tarde para salir el sol,
dame luna... tarde para despedir el sol...

Trabajamos para crear cosas pequeñas,
monumentos de cariño.
Los astros nos darán la bendición con cada pespunte de vida.

Cosas pequeñas.
Grandes monumentos.
Todavía los recordamos en el abrazo sincero.

Y ahora que me ahogo en la tristeza,
son las pequeñas cosas las que mas me atan a ti,
en este monumento que erigimos con  nuestro amor.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Mon Gessami)
(texto registrado)



 

viernes, 13 de noviembre de 2020

COMO UN ANGEL

 




COMO UN ANGEL

 

 

Puedes ir hacia delante,

te detienes y miras los escaparates

no compras nada, nada es importante,

pero miras las monedas, quizás no hay demasiadas

pero... ¿para que?

 

Ceñida en tu disfraz de memoria

quieres proseguir, pero el cielo esta en tus pies.

 

Dices que no sientes el viento en tu rostro

pero el frio te hace sentir viva.

 

Huecos en la tierra en la noche azul.

Te sientes como un aleluya  cuando dejas tu mano caer

y acaricias el éter.

 

En las paginas de los diarios

sientes que estas en todas las noticias.

Ciñes tu memoria

pero el cielo pasa  a través de ti.

 

Quiero enlazarte una vez mas

en la noche que sueña a ser día

 

Quiero trenzar la fe, para remediar mi memoria

 

Y cuando te llamo

y grito…siento tu mano en mi corazón.

 

Y cuando grito y te reclamo

vuelves ceñida con la piel de los ángeles.

 

Si yo pudiera volar, dejaría mi disfraz mortal

para hablarte, aunque no me puedas oír,

para tocarte aunque no me puedas sentir.

 

Puedo ir hacia delante,

puedo detenerme  y mirar  escaparates

y no comprar nada, nada es importante,

miro  las monedas, quizás no hay demasiadas

pero… ¿Qué mas da?... si ahora no estas.

 

Son las dos de mañana…La brillantez se acumula en las venas…

afuera esta el ruido del infierno…

siento la tormenta silenciosa

y el sonido del cielo rompiéndose en el viento


Autoria: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of The Ghost on the Shelf)

(Texto registrado)




APNEA INFINITA


RÉCORD DE INMERSIÓN

No recuerdo en donde deje la ropa la última vez que me desnude.
Y desde entonces ando por ahí aterido de frío en lo más crudo del invierno.
Deje mis documentos en el bolsillo del pantalón... recuerdo bien el momento. Hurgaba la billetera buscando tu foto...
Recuerdo que luego intenté bañarme continuamente bajo el mar durante dos horas...pero no hubo suerte, y el récord todavía lo mantiene Ricardito, el hijo mayor de la señora Virtudes.

Una amapola me mira desde las terrazas de esta carretera sin asfaltar...me dice que me dedicara la próxima canción de "Los Cuarenta Principales"...
La verdad no le hago mucho caso... últimamente no estoy para milongas, tengo humedad en los oídos desde que intente de nuevo batir el récord de Ricardito.
Quizás el viernes haga un nuevo intento... entretanto me dispongo a dialogar con estos zapatos que encontré en una feria de ocasión.
Son topolinos, igual que los que mi padre me regaló al cumplir 14.
¿Alguna vez  pensaron ustedes en volver a los 14? Que pereza verdad...solo de pensarlo me dan ganas de batir el maldito récord en la bañera de ésta, mi santa casa....


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty

(Texto registrado)



Piedras en los bolsillos




Virginia Woolf's Stone



Pase parte de mi vida en la ribera del río Ouse…y la termine en sus profundidades.
Mis días eran risueños...jamás esperaba la noche...me acostaba al atardecer...no sabía nada de noches.
Era tan linda e inocente...y acabe tan húmeda y culpable!!!

Me sentí utilizada, como somos las cosas abandonadas...en una ribera de un río cualquiera.

Pero no era cualquier cosa, era la piedra más hermosa del condado...
¿Y porque de entre todas, yo?
¿Cuál es la justicia divina que delibera y me juzga tan arbitrariamente?

Lo siento mucho querida Virginia. No se si tú intención era valiente, o simplemente descerebrada. No se si me elegiste al azar entre las cientos de hermanas que componíamos esta linda ribera risueña.
Tanto dolor que ahora fluye por mis aristas húmedas...y ni tan siquiera por mí, puedo sentir algo de la piedad que por tí, Virginia, todo el mundo sintió.

Tan fácil que es comprender...y al mismo tiempo tan ardua es la comprensión...

No continuará...

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of River Stone Ouse)
(Texto registrado)





jueves, 12 de noviembre de 2020

MÍ YO ÁRBOL

 



MÍ YO ÁRBOL



Una tarde, me dediqué a ser árbol.
Y así supe lo que era parir...
de la cantidad de hojas que puse a vivir.

Una tarde, mi yo árbol, creció tanto,
que fui derechito al reino de las nubes....

Pero no era un reino de nubes cualquiera.
Era el reino de las nubes de las tardes de Agosto.

Esas mismas tardes en las que recostado en tu regazo,
dejaba crecer mis miembros a tu alrededor.

Comenzaba en tu cintura,
y luego me desperdigaba por tu espalda.

Cansado de tanto crecer,
hacia parada entre tus senos,
y en tu calor hacia mi guarida.

Más tarde la lluvia afilaba el calor y lo volvía frío,
y entonces tú eras la que crecías en mí,
indagando en mi calor más insospechado.

Una tarde, me envolví en tiras de algodón.
Y fui apósito para esas nubes de Agosto desgajadas por la última tormenta del verano en el que me convertí en árbol.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)



Languerhans



 Languerhans

(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)

Estoy mareado, hace días que navego por este mar pancreático...a la deriva buscado los islotes de Languerhans. Sin brújula vital ando algo despistado...se terminaron los víveres, el agua y las ganas.

Quiero volver a casa, pero antes he de encontrarme de nuevo.
Para volver con mi copia esquizofrénica a mi refugio, y entablar conversaciones interminables....me hecho tanto de menos...¿Dónde esta la brillantez? Mi viejo diamante.
Al oeste avistó una isla rodeada de otras más pequeñas. Hoy es miércoles y me siento levitar...hay una brisa que me enlaza con la isla.
Al llegar he mirado con disimulo el cortejo fúnebre, el féretro abierto contenía una figura familiar.
Estoy llorando intermitentemente, mientras araño la arena de esta isla, las lágrimas  estropean el paisaje...la sangre de mi herida provoca barro en mis uñas.
Por fin encontré lo que tanto ansío. Bajo la tierra una cajita y dentro un dedal, un soldadito de plomo, el primer poema de amor, y un copo de nieve.
El alma concentrada en las pequeñas cosas que vamos perdiendo.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Larry Talbot Horizonte)
(texto registrado)



The Sandman

El hombre de arena


A menudo pierdo el tiempo
atándome los zapatos.

Tirado en la cama,
llenándola de arena,
libre del cristal del reloj.

El hombre de arena
me mira desde el espejo,
he intenta elaborar origamis
con sus dedos de nada.

El hombre de arena
mezcla jabón con su esencia,
y se dibuja sonrisas,
ojos expectantes,
lágrimas tan secas
cómo este desierto de arena.

El hombre de arena
se difumina en el paisaje
que me invita a perder el tiempo
antes del final programado.

Cuando la luz se filtre en mi reloj de arena,
y mis granitos
pierdan su validez,
estornudare el insomnio
y me dejaré llevar al Sáhara por última vez.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)




miércoles, 11 de noviembre de 2020

Acuarela


Acuarela


Sentado tras la ventana,
respiro un poco de la niebla que me llega desde la cocina.
Hay un tenedor clavado  en el número 15 del mes de mayo de este amarillento almanaque, que utilizo como soporte para las llaves de mi coche  años atrás estropeado.
Cerca del almanaque colgué la acuarela que me pintaste en un ataque de genio creador.
Es la pintura de una casita en el centro de un hermoso prado preñado de flores, con una ventana abierta y una niña sonriente asomándose, que me mira como si esperara para llevarla a pasear.
De noche la ventana está cerrada...y el prado ya perdió las flores. No hay Luna que ilumine la escena, ni lámparas, ni candiles, ni tan siquiera luciérnagas que la adorne y conforte.

Son la tres y cuarenta y siete minutos de la madrugada.
He vuelto a mirar tu acuarela, y ahora mi coche estropeado circula despacio por el sendero arbolado que llega hasta la puerta de la  casita...

"Es hora de pasear niña hermosa
Es hora de desayunar toda la espesa niebla que brota de mi cocina cada día al amanecer"

Llega la hora de arrancar el tenedor del viejo almanaque y dejar que la herida sangre, y se mezcle con la niebla de mi cocina asilvestrada.
Una mixtura con la que embadurnar mi cuerpo, mi lecho y mi ventana...dejar la casa a oscuras...y buscar en mi herida la luz por la que llora tu acuarela.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)




In my room, now

 

Pintura de Picasso "La habitación azul"

EN MI HABITACIÓN, AHORA


En mi habitación, ahora
no transcurre el tiempo.

Ejerzo de esclavo
ausente el alma
solo un rastro de calor
en mi almohada.

En mi habitación, ahora
hay un fantasma,
se tiende en mi cama,
ejerce de sabana,
llora lágrimas verdaderas
un dolor que no escapa

En mi habitación, ahora
no hay reloj,
no hay ruido.
Un esclavo sometido
a un recuerdo de mi mismo.

En mi habitación, ahora
se esconde un mundo
de desfavorecidos,
donde se escucha
a cada instante
el verdadero sonido,
Ese run run que nos
deja indefensos
ante un 
forastero espíritu  .

En mi habitación, ahora,
someto cada pensamiento
en una sola dirección,
mientras dibujo mapas
que solo yo puedo entender.

Sin reproches.
Sin remordimientos.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty



Un universo de basura

 


Un universo de basura

(Detergente caduco)


¿Y si descubriera que soy el mal sueñod dentrode un mal sueño?



¿Y si encuentro la salida prometida
encerrada bajo un montón de recuerdos hambrientos?

¿Dejo que la las lagrimas sean mi único alimento?

Me acuesto a dormir con la verdad.
Pero mi subconsciente me mira del otro lado del espejo
y no me da señales de vida
solo un triste adiós.

Debajo de las uñas de mis pies vive un universo infinito
que a mis manos cerradas cómo puños
le rinde pleitesía
con un viejo escozor.

Y de pronto lo recuerdo todo.
Hoy podría tenerlo todo,
un universo de basura
puesto a tender junto a la ropa mas limpia jamás soñada
sin la mas mínima mancha del tiempo.

Ahora la imagen frente al espejo
se relame atenta a la magia de la melancolía que lagrimea en mis ojos.
Y siento como se me estremece el alma sentado ante toda la inmundicia de mi vida

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)





martes, 10 de noviembre de 2020

Song for Margarita

 Song for  Margarita

(In a place of the city)


Que quieres que te diga oye
mañana voy a la ciudad.
Sabes, puede que me den un trabajo.

Ahora me siento cansado.
Más que nunca en mi vida.
Pero creo poder obtener lo que deseas.

Los médicos me hablan bien últimamente,
aunque mi corazón se apagó hace un tiempo.

He visto el nuevo solar del centro,
donde tanto te gustaba pasear.
Creo que ahí podría hacerte  la casa Margarita

Lejos de los cementerios que tanto me gustaban.
Lejos de la oscuridad de mis
palabras,
para que puedas brillar de nuevo Margarita.

Solo deberé trabajar un poco cada noche, las cosas de mi oscuridad
se funden lejos de tu sol Margarita

Soy tan imbécil de pensar en feliz
Margarita.
Pero me cuento historias imposibles de un amor que ya no es para mí Margarita.

Solo si pudiera encontrar tu rostro cerca del centro que tanto te gusta Margarita.
Aunque tan solo por un instante
podría construirte el mejor de los palacios en esa ciudad que tanto te mereces Margarita. 

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)



Letter to Margarita



LETTER TO MARGARITA

Estoy sentado sobre aristas de hielo que abrazan mi espalda.
Ahí es donde reposa mi alma.
Tan solitaria como pueda ser un mundo en el que no estés.
Abro mis heridas una y otra vez
para dejar el dolor de tu ausencia...quizás en otra vida.
Y pienso que quizás alguna vez te pudo ocurrir algo similar.

Ahora ando perdido en un túnel de luz, una luz que no te pertenece...y no sé adónde ir.
Ni se que puedo hacer,
tan solo pensar en ti.

Ahora solo soy un actor en blanco y negro.
Tu eres la preciosa bailarina rodeada de luciérnagas que te hacen brillar todavía mas.

El mundo duerme a tus pies.
Pero quizás alguna noche mi mundo vive por un instante en el tuyo.
Y sin saber por qué, una lágrima escapa furtiva de ti para mi.

Siento tu vida tan lejana como Saturno y sin embargo mi espíritu no puede estar más cerca del tuyo.

Vives en tu realidad.
Vives de las risas que él te brinda.
Y un amor que ya no es el mío ahora habita en ti.
Pero quizás alguna vez,
mi fantasma te reclama, y dices mi nombre sin recordar ya a quién pertenece.

Y si sientes sus besos, quizás puedas recordar otros besos lejanos,
pero que todavía arden en mis labios.

Tanto amor me queda contenido.
Y  ya no sé que puedo hacer... Margarita.

Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)






lunes, 9 de noviembre de 2020

¡¡Oh my God!!


   




¡¡Oh my God!!


Soy del Norte.
Hambriento de Sur

Frío en mi cabello.
En mi nariz esculpida.

Dios mío ¿Qué me he hecho?

Debería ser más cuidadoso,
con estas cosas es mejor no jugar.

Dios mío ¿Qué tragedia, de conciencia?

Ahora me temo
habré de navegar
en barcos de cristal.
en donde la sal del agua del mar
se contenga en las bodegas.

Dios mío ¿Qué trayecto he de tomar?.

Despoje el hogar de ternura.
No pare de mover los muebles de aquí para allá,
hasta dejar irreconocible este lar.

Deje los hierbajos crecer... la humedad manchar mis manos...
Escribí en la pared que da al oeste,
la perfecta elegía a la traición...

Dios mío ¿Qué nos hicimos?

Vuelvo a Norte,
olvidaré este Sur...
Volveré al frío.
Congelare el rencor.

 Dios mío ¿Quién ha de hacerme la verdadera pregunta?


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)






Inmuebles Babel

 Inmuebles Babel

Las aventuras de "El Nativo"



Yo tenía una casita en Francia en donde solo hablé italiano.
Una casita rodeada de vaquitas que rumiaban en húngares, y gallinitas que cacareaban en polonés.

Yo tenía un patio de luces cubierto de nubes que me lloraban en inglés...
Yo tuve un páramo pequeño y pintado en rojo, que me pareció estaba mal herido cuando comenzó a nevar en francés.

En la cocina de mi casita francesa, cuando el amanecer era solo un niño, abría mis venas y dejaba salir a correr mi sangre en japonés.
Al rato, mi sangre volvía después de dar 33 vueltas a esta mi santa casa...y le contaba al corazón cuentos en neozelandés  sobre este mundo Babel...

Yo tenía un apartamento en New York...(fíjate tu como el Renato Carosone)… donde tan solo comentaba las noticias  en  portugués.
Tenía una triste escalera de incendios, que un buen día alegré con una foto de Audrey Hepburn...que cuando el amanecer era solo un niño me cantaba "Moon River" en irlandés, mientras yo la aplaudía en aranés....y los perritos nos ladraban en galés...

Cada tarde cuando el sol era más viejo que Matusalén, dejaba salir mi sangre a correr en mandarín...al rato volvía de dar 33 vueltas al Central Park, y le contaba al corazón breves historias sobre este mundo Babel...en islandés


 Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of "El Nativo")
(texto registrado)






INFUNDIBULUM, CRONO, SINCLASTICO

  «Ahora todos saben cómo encontrar el sentido de la vida dentro de uno mismo. Pero la humanidad no siempre fue tan afortunada. Hace menos d...