Languerhans
Estoy mareado, hace días que navego por este mar pancreático...a la deriva buscado los islotes de Languerhans. Sin brújula vital ando algo despistado...se terminaron los víveres, el agua y las ganas.
Quiero volver a casa, pero antes he de encontrarme de nuevo.
Para volver con mi copia esquizofrénica a mi refugio, y entablar conversaciones interminables....me hecho tanto de menos...¿Dónde esta la brillantez? Mi viejo diamante.
Al oeste avistó una isla rodeada de otras más pequeñas. Hoy es miércoles y me siento levitar...hay una brisa que me enlaza con la isla.
Al llegar he mirado con disimulo el cortejo fúnebre, el féretro abierto contenía una figura familiar.
Estoy llorando intermitentemente, mientras araño la arena de esta isla, las lágrimas estropean el paisaje...la sangre de mi herida provoca barro en mis uñas.
Por fin encontré lo que tanto ansío. Bajo la tierra una cajita y dentro un dedal, un soldadito de plomo, el primer poema de amor, y un copo de nieve.
El alma concentrada en las pequeñas cosas que vamos perdiendo.
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