Buscar este blog

martes, 27 de octubre de 2020

LABURO EN MADAGASCAR



 LABURO EN MADAGASCAR


Y yo que miro las fotos...
Y las fotos se vuelven estúpidas...

Y cuando hago fideuá, corto mis dedos, para que vuelvan a crecer más fuertes...y más rápidos...
Que estupidez!!!

Esta mañana mi foto predilecta se largó calle abajo...
Las vecinas han salido a despedirla...yo no...
estaba ocupado haciendo una paella...además de conversar con unas polillas que recién habían llegado de vacaciones...

Y yo que miro ciertas fotografías...
Incluso a algunas les doy matrícula de honor....
Pero la estúpida, ahora hace 27 días se largó calle abajo...
Aunque las vecinas aún creen que volverá...

Creo que voy a cocinar algo con cebolla....a ver si me entran ganas de llorar...

Hace dos años que mi estólida foto se largó...y por fin me llegó una postal desde Madagascar, con una bonita dedicatoria....decía así:

"Queridísimo mirador de fotografías antiguas...te escribo estas palabrejas para comunicarte que si bien en un principio pensé en volver....al final me puse a estudiar biología marina....y sabes mi querido mirador? Encontré trabajo como postal de coral....por lo tanto mi vuelta es incierta.... espero no me eches mucho de menos, y sigas cocinando los platos marineros que tanto te gustan...
Tuya como siempre
La foto exestupida"

PD.
"Mándame a mi prima, la foto de tu primera comunión...tengo curro para ella, no adivinarias...¡¡¡de funcionaría de prisiones!!...
Bueno...¡¡Besos!!!"



Le mandé el álbum entero...
Y luego me dediqué a perseguir caracoles a 100km de mi jardín
Mientras la paella se quemaba en el fuego...y la fideuá criaba moho en un rincón neblinoso de mi cocina....


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)




Jungles of abandonment

 



Jungles of abandonment

Ando descalzo de alma.

 
En silencio busco la migajas
de algo que debería estar ahí...

 
En silencio digo?

 

Preferiría retumbar, y hacerle la competencia a la tempestad.
Pero el silencio, aunque agotador
clama como una adicción moderna.

 

En el zaguán de la casa siguen durmiendo los restos de barro de tus botas.
El perchero junto a la puerta bosteza de hastío
de tanto esperar tu abrigo.


Hay un cabello tuyo durmiendo sobre una almohada lacrimógena.
Dos platos y dos vasos... 
y el resto de la duplicada vagilla... 
y solo la mitad se ensucia.

 
¡¡¡Que desespero!!!

 
Andar de aquí para allá por toda casa persiguiendo sombras,
 recolectando pesadillas,
 almacenando tus vestigios...
cualquier  cosa que recuerde tú tránsito feliz...

 
Y sin embargo me resulta difícil dibujar tu rostro...
Es problemático sentir la tesitura de tú voz, 
y no poder recordarla tal y como era.

 

Es lamentable espiar por detrás de mi corazón,
y más triste todavía es no encontrar nada en él.

 
Si ya no tengo alma, ¿Qué soy?
Quizás solo el testigo de un pasado?

 

Tendré que inventar la definitiva máquina del tiempo.
Seré el nuevo Nicolás Tesla 2.0.

 
Manos a la obra... a ver por dónde empezar.
Miraré en YouTube quizás...

¡¡No, no, ahí no... demasiada publicidad!!

Espera... tengo un viejo libro de bricolaje..
. no, no me sirve, demasiado pragmático.

Y la iglesia?...
puff!!! Muy metodista y poco profiláctica

Hablaré con la buena gente de Green Peace... 
pero que estoy diciendo... habré perdido el juicio?

 

¿Prozac? Podría ser una solución...
 pero pensándolo mejor, no creo... 
hay millones de congéneres prozanimicos,
 y no saben ya  lo que es el pasado,
 y ni les preocupa el futuro.

 
Ostras, ¿Qué hacer?

 
Debo encontrar mi alma...

 
Un día leí una novela en donde decían que el alma reside en los islotes de Languerhans... será verdad?

 
Venga... bisturí, vamos a ver si es cierto...

 

PD.

Como pueden entender la cosa no acabo muy bien...

Por favor no hagan esto en sus hogares...


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty




Una mirada de soslayo en el espejo



 Una mirada de soslayo en el espejo

Había iniciado mi viaje por fin
 después de tantos retrasos.

Ahí en ese autobús solitario,
 tan solo tenia la compañía de un cadáver en su ataúd.

Cuando el bus se fue colina abajo,
 que terrible cóctel de cristales, huesos rotos e insanas miasmas.

Que depresión de días siguieron a días más deprimentes todavía.
Solo de noche tenía algo de compañía,
 cuando los fantasmas me visitaban
aunque ya no me decían nada.

Un buen día al fin pude levantarme.
Lo primero que hice fue mirarme en el espejo del baño.
Un deseo tenía,  y al instante siguiente lo desechaba.
Miraba por la ventana...no me decidía a continuar el viaje.
¿A dónde ir? pensaba,
 que dirección debía de tomar después de aquel intento fallido.

Pasaban las horas inertes,
 los días de catalepsia obligada,
semanas y meses saturados con la falta de la codicia necesaria.

Al fin y a cabo de respirar se ocupaba mi nervio vago.
 Que más podía pedirle a mi cuerpo,
 mis automatismos estaban cubiertos,
 aunque mi mente estaba confusa,
 mi alma ausente, 
 y mi corazón desgajado.

Que difícil era reír, cuando te olvidas de  llorar.

Una noche cualquiera andaba perdido por los callejones que rodean la vieja estación del tren.
Andaba buscando algúna alma trasnochada para convertirla en mi víctima.
Sin embargo aquella noche la víctima fui yo.

Delante de mí se erguía maravillosa
la brillantez evocadora de recuerdos.

Fue un punto y aparte.
 Tuve  la inspiración insana  del tiempo perdido.

Un poder evocador de un tiempo
 en el que por primera vez tuve conciencia del final de mi infancia,
 y el inicio de mi maldición.


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of LarryTalbot Horizonte)

(texto registrado)




Dedos




 DEDOS

Tengo las manos preñadas,
a cada instante me nacen nuevos dedos.

Con ellos formó imágenes geométricas,
 que intentan pervertir el círculo perfecto con el que sueño cada noche.

Esta nación de dedos, sale cada día de manifestación.
Se manifiesta en las escaleras de la estación del tren,
 en los puertos marítimos, dentro de las iglesias...
 pero nadie les hace caso.

Tengo dedos por todas partes,
 me asoman por la camiseta,
 detrás de las orejas,
 y detrás de cada carcajada que no emito.

En el descampado, cerca del cementerio les paso lista.
 Tarea ingrata y estúpida, cada vez hay más!!!...
futura carne de bacterias hambrientas.

Tengo exceso de dedos,
 y ni tan si quiera un mal picor en los que ocuparles.

La cola del pan está llena de mis dedos, y también la del banco...
Todas las filas del mundo tienen sobrecarga dactilar.

En las guerras ya no combaten soldados 
¿no adivinas?
 en efecto, hay están mis dedos.

Los hormigueros cambiaron de nombre, ahora son "hormidedos".
Las arenas ya no son lo que eran, ahora son "adedenas".

El mundo está cambiando con esta invasión dactilar.
Y todo por querer hacerte:
*1/ El perrito de la pradera
*2/ Las pinzas
*3/ La taza
*4/ El maní
y tantas otras cositas que inventó  para ti. 

Mientras tanto mis viejos dedos,
 y mis futuros dedos escarban por todas partes buscándote...
 mi amor...
mi dulce amor.


PD.
Por casualidad ¿no tendrías  por hay un picor, en el que ocupar mis dedos?.... 

Instrucciones para dedos que quieran hacer las siguientes cosas
*El perrito de la pradera. Haga como que se frotara la carita con los dedos índices
*Las pinzas. Con los dedos pulgar e índice de cada mano haga el gesto de tender ropa 
*La taza. Utiliza cualquiera  de las dos manos para agarrar una taza en la palma de la mano, luego saque la taza, pero deje los dedos en esa posición.
*El maní. Igual que la anterior, pero esta vez con un puñado de maní.

Si su compañera o compañero anda algo enfurruñado/a...háganle dedos poniéndoles  cara de tonto/a
Se les pasas seguro...¡¡¡Garantizado!!!
a mí me funciona


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of "The Hand"

(texto registrado)

EL MONÓLOGO DEL MONO



 EL MONÓLOGO DEL MONO


Debo dejar de conversar con Jesucristo,
el pobre no se hace entender. 
Y yo...y yo ya perdí la paciencia desde la última vez que pronuncié un nombre y nadie, absolutamente nadie acudió.

Es certero pensar en el final de los diálogos, 
y el nacimiento barroco de los monólogos,
como el que lanzo al éter en un día de infarto.

Y detrás de cada palabra, anda escondida una plegaria de fe...

Que fe-licidad, poder crecer detrás de cada frase aún sabiendo que bien podría ser la última.

¿Y si ya he crecido bastante?...

Ahora resulta que soy un gigante, y toda la ropa se me hizo chica...
pero que más da...de gigante podré dialogar con las nubes,
 para dejar los monólogos a los buenos monos....

Ahora diálogo erguido sobre una montaña casi tan alta yo...
pero ya nadie escucha...
que sordidez la de este  mundo de monos!!!!


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty

(texto registrado)






El ser Brillantez

 


El Brillantez en la esquina…en compañía de Chester (el perro de Lady Finley)

(Fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)

El Brillantez

Soy la extravagancia
de la luz que se desprende
de la ínfima partícula
del cometa más ínfimo,

pero mi luz brilla sobre ti
y es para tu alma
la conciencia de tu espejo,
la luz que adorna tu mirada…


De Mom Jessami…deseoso de ser el destello



La esquina es mi patria desesperada

mi occisa y asombrosa bandera,

de naturalezas muertas

y soledades mal acompañadas.


El velo es opaco esta noche…

y ya la ceguera es firme en mis manos

y en mis órganos más decididos.


Amenaza lluvia (como de costumbre, en las cumbres suele llover).

Dos polillas destrozadas por el amor vierten al éter su danza,

dos polillas, y el rostro que las mira es el padre de su pasión.


Carol y Concepción despliegan el paraguas de ternura,

(la lluvia es la menos mojada de sus emociones).

Chester se acerca a roer el amor que se desprende de sus talles,

el pan esta mojado ya, el horno se enfrió en la primavera aquella vez.


Un ajuar, verdadero éxito de la desesperanza

es tenido de más en los trasteros…el tragaluz se invade de nostalgia,

la lluvia no perdona a las rosas de alabastro

una en cada rincón del cuarto de baño…

y en cada una un consuelo y una vela de brillantez.


Mira amigo, yo tenía un saludo para ti,

un cariñoso abrazo de ballena azul…

para que te sintieras como en casa,

solo es necesario llevarlo a santificar, amigo…

un verso se puede desconectar del poema,

y volar libre por una vez

pero la brillantez me cierra los ojos

hace estragos en las mareas de la fraternidad…”


(¡Chester! escucha el cambio de mi voz)


La hermosa panadería ya cierra sus olores,

ya los mítines secretos empiezan a mostrar sus encantos.

¿Qué cabeza es más hermosa? la que rejuvenece miradas…

o la que endulza las cicatrices más antiguas?


Ahora, en este preciso instante en que la tormenta me sacudirá,

deshago el velo de la pasión…rompo los cuadernos y las fotografías,

me voy…y me interno en las montañas de la locura,

no quiero mirar a los ojos del desencanto,

ya me tortura la insoportable falta de espíritu.


Dejare de jugar a las canicas,

dejare de resolver las estelas de la música,

comeré tan solo lo que las esquinas me deparen,

esperare, esperare un millón de años más en la tumba de mi histeria,

y todo para nada, quizás.


(Chester mira la oscuridad, escucha el dialogo de tacones con el empedrado)


Chester mueve el rabito feliz, y Lady Finley ya estruja su pequeña alma de can…

me mira silenciosa, sonríe y en su boca, el pasado y la estulticia del mundo me insultan, y me destierran otra vez.


Ya las farolas son mi hogar, el velo se rasga por cuarta vez, la lluvia me acompaña.

La soledad mal acompañada se despide de las polillas fragorosas,

el cielo es eterno, el mundo de la noche pierde la magia….y yo…

y yo sueño con dulces panaderías, con estrellas sin firmamento,

sueño con el amor tan poco disciplinado,

y retraigo en mis intestinos la última cena de pasión.


La brillantez me clama y me invade,

y ya mis polillas me tiemblan en las manos…


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Jesús Tóbal Gonzálvez Fernández Galán Amador)…brillando en la oscuridad

(texto registrado)




lunes, 26 de octubre de 2020

Leftraru vs Valdivia (Chile, una nueva constitución)



Leftraru vs Valdivia 

Habló Leftraru

Otra vuelta mas en nuestras vidas,

vidas reconocidas en nosotros.

Siglos de arraigo tan solo siendo Mapuches

y ahora venís vos a redimirnos?.


Y ahora que vuestra estatua insigne mira a un horizonte desconocido,

seguimos siendo mapuche...y vosotros seguís siendo el pueblo malparido  no nacido.

Ocupáis nuestra sangre pero no nuestra alma.

Llenáis de poder nuestras casas, pero no nuestros lares.


Habló Valdivia

Un nuevo cielo para conquistar, un nuevo ciclo que determinar,

una cuenta de sangre indígena mas.

Hambre de mapuche, donde terminar mi dolor.

Hambre de mapuche, donde enlazar otra maldición.


De cuna bárbara, de madre leche agriada.

Hija de restos de imperios lejanos.

Mil veces invadido, mil veces humillado,

ya no se quien puedo ser.

E imagino un honor de patria inventada

que oculte mis canalladas...mi eterna humillación

disfrazada de soberbia y arrogancia con un fondo de la mas absoluta nada.

The vase your aunt Amelia gave you 2

 



The vase your aunt Amelia gave you 2

El jarrón que te regalo tu tía Amelia  2

prefacio:

Se perfila a y se acicala la noche,

espera  la saquen a bailar.




 Pero de madrugada está oscuro, y sus labios recién pintados no lucen.

 Yo tampoco luzco muy bien esta temporada.


Estoy adherido a las vigas de la casa, soportando un peso que dobla los huesos.

Pero hace tiempo deje de sentirlos, desde que me fosilice.

La muchacha que limpia la casa mira hacia el techo y me hace señas de complicidad. 

Espera el final de su jornada para adherirse a su propio cielo.


Millones de almas pegadas a lo más absurdo para evitar salir disparadas al éter nocturno.


Algunas se pegan y apegan a otras que no tienen más remedio que aguantar el tipo.

 A estas las admiro, y tal vez envidio...


En las molduras de este techo organizo concursos de velocidad con arañas indolentes.

De premio doy vacaciones a Ecuador... que sinfonía de estupidez.!!!

Quizás un día debería salir al patio a refrescar ideas y conceptos... un día, quizás.

 Y quizás aprovecharía  para cambiar el agua del jarrón que un buen día de mayo te regaló tu

 tía Amelia.


epilogo:


Una casa vacía...es un templo al desconsuelo


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(texto registrado)









The vase your aunt Amelia gave you

 




The vase your aunt Amelia gave you

El jarrón que te regalo tu tía Amelia


El mango de mi sartén se adhiere a mi mano.
Lentamente hago deslizar el aceite caliente sobre un agua abandonada en la pila.

Ahora me sumerjo en la clara niebla de este vapor de agua atroz.

Te acuerdas de aquel vestido de flores amarillas?
Anoche lo encontré de nuevo.
Las polillas están bien alimentadas, y yo muero de hambre un poquito más.

Lentamente extendí tu vestido sobre la cama... empecé a recitar un antiguo sortilegio.
Dieron las 10.32 de la mañana...
Era jueves santo...pero no me sentía santo...ni tan siquiera mártir. Tan solo era azul.
Las 13.45 del mediodía...y tu vestido está ausente de nuestra cama...ausente el calor, el color cálido, ausente la memoria.

Ya no puedo recordar tu delgado perfil entre la niebla gris que surca el salón comedor...pondré las flores amarillas en el jarrón que te regaló tu tía Amelia.

Ahora estoy levitando sobre esta estera roja que compraste en el mercadillo de los sábados aquel otoño luminoso.

 Mientras mis manos tratan de agarrar el aire, buscando un recuerdo con el que alimentarme...tengo tanta hambre de vida.
Por favor devuélveme las llaves de mi Ferrari, si, de ese, el que nunca tuve...
Gracias. 

Y ahora, si eres tan amable regálame tu vestido, mientras pongo más aceite a calentar,
 y le cambió el agua al jarrón que te regaló tu tía Amelia. 

Un nudo en la garganta
Una inmensa grieta en el dique de las lágrimas atesoradas


Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty

(texto registrado)





INFUNDIBULUM, CRONO, SINCLASTICO

  «Ahora todos saben cómo encontrar el sentido de la vida dentro de uno mismo. Pero la humanidad no siempre fue tan afortunada. Hace menos d...