Dedicado a mi esposa en el día de San Valentín
Parece que la vida quiere tratar de cortarnos por la mitad.
Parece ser que nada de este mundo quiere ejercer de argamasa.
Estamos mayores para ejercicios de funambulismo...
Ya ves, querida mía...
Ni tan siquiera el jodido Valentín nos deja tranquilos.
¿Es posible que estemos perdiendo esta guerra, después de haber ganado mil batallas?...
Hay un nutrido grupo de vaquitas marinas a la espera de su lección diaria.
Pero soy un hombre de campo y el mar que emerge tras mis pesadillas, me acongoja.
Valentín tiene los oídos taponados, con cera meticulosamente insertada por hombres sin alma y mujeres sin piedad.
Pero nosotros le gritamos fuerte en esta tempestad...que ya dura demasiado.
Y demasiados rayos nos han caído encima...y demasiados vientos de toda índole nos han zarandeado...pero seguimos aquí.
Y quizás esta tozudez algo nos quiera decir, tras este desbarajuste de mundo del que intentamos no naufragar, mientras la deriva se ha hecho nuestra amiga.
Pero aunque el jodido Valentín, y su colega el puto Cupido, parece quieran olvidarse de nosotros. Yo sé que bajo la arena azul de nuestro horizonte todavía brilla un sol y más tarde una Luna que siempre nos acogerán.
Feliz dia de los enamorados vida mía...porque eres mi vida...mi arena azul, mi brillante Sol y mi palida Luna...
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty
(Texto registrado)