Letras inducidas desde un lugar que ya no reconozco
El lugar al que odio donde recitó un ruido que viene de muy lejos.
Un sonido de clavos martilleados en mi alma.
Una calle enfermizamente vacía, donde instalan un cadalso infinitamente pesado...
Una trampa mortal
Pero agradezco profundamente el estar aquí, ahora.
¿Debe ser ahora mi hogar? donde tararear el sonido de las lágrimas...
Ahora veo donde está mi hogar. Un aroma dulce de café. Las almohadas más limpias, en donde hincar las rodillas ensangrentadas, y esperar al aguacero que me deje sin aliento.
¿Es ahora este mi hogar? Lo adivinaba cientos de años luz atrás, cuando Dios era el único pretexto para llamar amigo, al frío que ahora inunda este hogar.
Leonor, nuestra Tati querida, alejándose de su jaula a punto de emprender su épica aventura
Leonor, es bueno caminar (Entre Tabla y Tomillo)
(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Prologo:
Que cuenta la noticia del empoderamiento de la hembra de ninfa carolina, Leonor después de una riña con su pareja Toto
Poema épico de un viaje inigualable por el tiempo y el espacio. Por el mar voló Leonor (la Tati que todos conocemos)…sobre el eón y el átomo, repaso los siglos y las venturas y desventuras humanas.
Y así entre las palabras del diccionario, Tabla y Tomillo, encontró un mundo antiguo y nuevo a la vez.
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Tanto Toto le dijo a Tati, “Leonor, es bueno caminar” que Tati agarro la senda y entre márgenes de cipreses echo a volar.
Tabla redonda que se asesina cada día, se degüella el destino, las naranjas se suceden a diario el aroma es de sudario.
Tagma de amigos protoplasmas, señores de lo minúsculo e importante, donde Leonor pasea y el círculo de estrellas se decantan.
Tagore se incendia de Nobel, son años de incertidumbre, el vino se escancia en lo esencial, mientras Leonor duda entre el seto y el mar.
Tagua que vuela en el desierto, única entre las fúlicas, Toto le escribe cartas a Leonor, la tagua se desvanece (cruel engendro de Libertad).
Tahalí oscuro de desenvaino, sin espada ni sangre que contener, Tahití en el horizonte, acércame el vaso Leonor la sed no es indulgente este amanecer.
Tahití es mediodía, es policromía… ¿demasiado camino ya? las zambombas y los San Benitos claman y esconden la esperanza de Leonor.
Tahuantinsuyo…la humilde casita de Pachacútec, donde Leonor descansa entre los morrales de backpaquer… La arcilla se destroza en la boca de Toto, el cielo se amarillea y estropea.
Taigeto, monte de los desheredados, bacinilla triste de la condición humana… pasa de puntillas Leonor los ciervos no sobreviven a esta madeja de crueldad.
“Taj Mahal me emociona Toto querido… quisiera tener tu ala de nécoras entre las mías, quisiera ser princesa y tú el oriente más cercano… el amor es una nutria blanca con desvelos de paloma”.
“Takamatsu me hace llorar, otra vez… el barrio del puerto relleno de espinas…de cangrejos de siervas voladoras en busca de alimento…” Leonor…camina, recorre l y vuela la orilla, y despeina las vecinas.
Leonor volando incrédula ante el mundo que su viaje le muestra
Tales de Mileto, muestra la geometría de la física en cuanto a la mar y el rio de se refiere. la rosa de rosario escribe versos de astronomía… y Platón desciende al infierno de la envidia alegórica.
“Te deum laudamus”, canta Berlioz… Leonor recoge las plumas y canta gregorianos y sueña con los alfajores de la noche buena… la noche estrellada, la noche lacustre.
Tebas abre las puertas…Leonor se encienden de nuevo, Amón es crucificado e incinerado mil veces… “hay, hay, …que desgracia mas autista… cuando canto lo hago de corazón".
Tennyson…escribe “el Idilio del Rey”…y Leonor se encumbra. “Los poemas, Toto, son alimento y espíritu… ¿o quizás no? desde Janis y Morrison te envío el alcanfor y la luna llena, te envío la plaza de armas de Cuzco y la capilla Sixtina”.
Tibur…canta Horacio…el emperador es secuestrado… y las hordas definen el teatro…nuevo Tiboli, embolo de tiempo perfecto…arcadia y manifiesto… cornucopia de defecaciones en imperios demasiado derrotados.
Timoleón recibe a Leonor…le abre Siracusa…
La energía fluye de sus pies cuando su hermano muere, y la tragedia se hace cómica si muere el muerto, el vino se hace Siracusa…Leonor.
Timúridas del Gran Mogol...mi rey, dame la mano Escila y Caribdis te traen la cabeza de Odiseo… de Leonor y Manrique…asestando golpes de ballesta sobre el infinito cielo del Turquestán.
Titiritero, por la campiña escucha el cielo… la amarilla barriga del asno…y el negro humo de las visitas, dame oro de de tu salvia, dame Leonor, el miedo a acercarme, a deleitarme con las tísicas del mundo teatral.
Toachi que fustigas tu humedad en mi derredor, almuerza arroz y pollo, sidra de calabaza…pies de nadie. La flecha del indio, de la madre, y respira el limo y el carbón… Dame Leonor el viento entre las hojas de tu admiración.
Tolsá esculpiendo a Carlos en Aguacates, en México…en la cantina de los rompeolas… esculpe y escupe lo esculpido…”Toto te echo de menos… tu verbo y tu pico delicioso…aliento de cardenal”
“Tomillo te traigo...de vuelta con alisos en los ojos con espliego en mis mandíbulas, Sara del desierto. Jaén entre la niebla, baile de armiños, siesta de arrullos entre plumas que vuelven a tus deseos”.
"Leonor por fin en casa...te juro que no lo volveré hacer...te amo!!!!"
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (Walking in the shoes of Leonor…en un viaje inigualable)
Diciembre se enamora, la pesquera barca y el coral
Prefacio:
Dicha secreta, hermana del suelo frío
sol de girasoles en donde pescar diciembres
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Te decía ayer, que la olvidada ciudad quiso ser barco pesquero, submarino de ámbar y jade, cuando el mar se define en el puerto.
Y el invierno se hace notar tras las ventanas.
El diciembre se entrevé, la neblina es tejedora del cielo navideño. Pero el curso del año es oscuro, oscuro y alicaído de otoños desvanecidos, que cuando la higuera se acerco al noviembre, los frutos olvidados lloraron por ti.
Pero no hay que desesperar, la barca de la pesca nos espera y el coral tan abrumado, nos abre sus brazos.
Diciembre se enamora, el vuelo de las gaviotas luce de delicado velo nupcial. Tan deglutido esta el año que la más veterana estrella nos alcanza lo más insólito, para navegar con su luz,
mientras tú duermes.
Y entonces el mar nos enviara sus corales para poder anclar la dicha en este diciembre que nos acogerá.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Mon Gessami…espolvoreando el diciembre en el coral)
La pulga Matuça baila entre el pelo de Batman, un poco más abajo a la derecha Paca la garrapata prepara cocteles con estrellas de sangre.
(Que cuenta la noticia de una tranquila tarde de verano en el jardín jugando a parchees...mientras los gatitos felices ronronean...y una pulga y una garrapata dialogan sobre lo fútil que es la vida de los insectos...y por extensión de toda la humanidad.)
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Un poco más arriba a la izquierda
dioses retumbantes juegan parchees mientras toman café.
Jesucristo pierde el equilibrio mientras camina sobre las aguas.
Los santos son una moneda de cambio barata. El camisón de las doncellas es tejido con sangre de estrellas. El domingo nos abruma con su adiós,
y Botines el gatito nos mira sin saber qué pensar del ciclo de lamentos que están por venir.
Matuça es feliz entre la niebla del estío. Lloro sangre la última que la vimos despedirse del ciclo animal. Le pregunta a Paca la garrapata sobre su adicción a la poesía cámbrica,
y ella le responde que el género del que están hechas las libélulas de jardín
es proporcionalmente inverso al rio de lagrimas que concederá a la tarde
cuando Batman, el otro gatito,
decida acicalarse la envoltura carnal que contiene su sueño.
Jesucristo ha vuelto a levantarse por enésima vez coincidiendo con el final de la partida de parchees... Volverá a caer si Dios no lo remedia,
y entonces los dioses retumbantes volverán a contar 20 y luego 6 y abrirán los puentes,
y los cielos volverán a verter esperanza y dolor a partes iguales.
Negros presagios para los doctores y veterinarios,
ríos de alegría contenida para las Pulgas y las Garrapatas ,
que verán el paraíso abrirse a sus pies por una vez.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty...en estado de crisálida
Maureen O ‘Sullivan desnudo con acierto los corazones de las monas, pero la cansada agonía de su corazón la invitaba al sueño. Las noches en las selvas no están desprovistas del glamour de las ciudades, pero los retratos con Johnny son el cordial que necesita para afrontar el próximo día entre las monas del color de la angustia.
¡Pero espera! se escucha el canto que adorna la aurora…Desiré entona la oda del recuerdo:
Viejos lagartos de goma (Poema de Desiré)
Desde que dejaste el río y el mar sufro en la estera del verde inmaculado.
Soñaba con la eternidad entre lianas y cocodrilos de goma. Soñaba con la calidez y el frio de la lluvia de la tarde. Soñaba compartirte la mochila que lleve.
Pero desististe Johnny querido…mi tormento esta en el filo. y ahora he de quedar entre amigos muertos, y risas desnudas, he de alimentar caracoles, y esfuerzos por caminar más lenta que ellos.
Oídme ¡oh! selvas de material muerto. Oídme y dejadme navegar como antaño entre los arboles impacientes, que negro es el pasado entre los leones que devoran tu recuerdo.
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Al despuntar el amanecer Maureen se enojó con los vientos. Estos habíanle dedicado una sonora pesadilla esa noche, y el viento ingrato la arremetía sin compasión entre las ramas del árbol del hogar.
Las monas fueron llegando, algunas cabalgaban unicornios, otras más desafortunadas, eligieron el pequeño clavecín con ruedecitas
que se pudría en el rincón más obsoleto de la selva… Aún y así, Maureen era capaz de extraer el sonido más peculiar que jamás se escucho en la foresta azul del olvido… El olvido que sentía Monnalisa entre la niebla azul de New York City…
Maureen relata otro cuento a las monas
Mona Lisa
El dia en las ciudades suele ser rojo, pero las nieblas dan suavidad...igualan,
o eso debió pensar Mona Lisa al comprobar cuán sereno era el instinto que la había llevado a New York City…
El Louvre era el escondrijo perfecto siempre que quieras que te miren, pero que no sepan lo que piensas. Pero lo que pensaba Mona Lisa lo enmascaraba detrás de su famosa sonrisa.
Los más famosos psicólogos habían explicado el por qué de su problema,
pero su anhelo estaba en las manos y en los ojos de Leonardo…
y ella suspiraba a escondidas cuando la luz se volvía tenue
y ya las últimas visitas olvidaban
su rastro en el vientre de su sala.
Aquella noche decidió ser el ser otra vez, ser la luz de Leonardo, en donde el aire fuera deseo de nuevo.
Estudio los accesos de la puerta de embarque,
pidió la hora 145 veces…
y al fin se sintió pájaro a diez mil metros de altitud pensando en su pintor,
su genio creador.
Mona Lisa se mojaba,
la lluvia de la ciudad era el sudario perfecto,
caía el agua desde los rascacielos tocados de azul y gris…
caía el vértigo de sus ojos cuando comprendía que Leonardo había cambiado, no la miraba ya, solo la trazaba de nuevo con infinitas nuevas formas
de arte moderno y contemporáneo.
¿Donde estaban las noches de ordalía y pasión? ¿por qué los juguetes de pantallas y teclas
solo la hacían tener las cosquillas más tristes que jamás de atrevió a imaginar?
Delante de la frutería dedico un tiempo a conversar con tres mandarinas inéditas…
ellas también soñaban y cantaban los silencios que escondían
el corazón de Mona Lisa,
la tristísima Mona Lisa.
Corazones de la más pura miel (canción de las mandarinas)
El dolor es tener el interior repleto de acidez, el dolor es tener ausencia de miel. Cáustica es la adrenalina que nos conmueve, los versos más deliciosos que entonamos
y nos sugieren un mundo donde aun no hemos nacido.
El dolor es no tener el corazón presto El dolor es tener la más terrible de las amigas. Saber el vocabulario de los panteones
y no dañar la memoria del ser amado.
El dolor está en el interior,
y el nos hace huecas de miel.
El sueño migrará,
migrará al occidente.
Llenaremos nuestra vacía cáscara con la miel que derrite tu abandono. Y así jugaremos de nuevo con las risas y con las alondras que te pertenecieron.
Fin del cuento
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Volvió el silencio,
Maureen O ‘Sullivan escondida entre los helechos recuerda el amor… las monas se reúnen en la frutería, se enfrentan al dilema más importante de cualquier ser inocente.
La desgracia cognitiva se ha derramado una vez más, la sangre de la estupidez esta reseca ya. Y así, bajo el juicio pesado de la sabiduría, ésta olvida, porque sabe.
Canción de Desiré
Canción del sentido y del vuelo
Esta la siembra alistada, la carencia honesta. Esta el hormigón reblandecido, Esquemas y desórdenes adormecidos.
Sentimos la medalla alcanzada con tanta dedicación, que se clava entre nuestras uñas. Con fuerza la queremos arrancar, las sangres blancas se llenan de gozo oxigenado.
Revistas de corazón, que tan abstractas son, como somos nosotras ahora.
Tan desmesuradas sus historias, que se ríen de nuestra médula… fuego que nos mira y no ha de ardernos.
Santa resistencia, pájaro de santo linaje que llora tu ausencia, versos que se escapan, que van de crucero a las islas Aleutianas, y nos envían postales de bellas palmeras , nos escriben escépticas,
por que les contamos que andamos vivas todavía, pero con la vida escapándose por estar junto a ti.
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Casi sin saber cómo fue, los años se sucedían en la casita de las Selvas del Abandono. Desiré contaba ya cuarenta y tres años, y el tiempo la había convertido en la reina de las monas. Pero la vejez ya le tendía trampas en cada rama y liana.
Las noches eran escalofríos sin luna, pensar en levantarse era la heroicidad más desangrante, pues sus miembros desobedecen.
La alegría de la muerte era el arrebato más conmovedor que Maureen se atrevió jamás a imaginar, cuando pensaba en su nueva e inminente soledad que la asolaría cualquier mañana de esas.
Era tal el cariño que Desiré le profesaba a Maureen O ‘Sullivan, que constantemente pedía paciencia al viento que desbroza las vidas, por no dejar a su querida compañera.
Maureen O ‘Sullivan termino aquella mañana su última obra de bricolaje, una preciosa ventana pintada en rojo.
El almanaque fue lo primero que suicidó… Luego las palmeras, los retales del calzón de Johnny, la miel de la última cosecha… Un pequeño botecito de crema antiarrugas que Cheeta utilizó en sus años en New York. El diploma de graduación del pequeño Boy.
Poco a poco fue despachando trocitos de vida, lanzando por la roja ventana segmentos de ilusión, es purnas de cielo, minutos de pasión,
y también algún acierto que aterrorizaba hasta la más ínfima partícula de la razón.
Canción
Suicidio en la ventana pintada de rojo
Un anaquel, un estante, la primavera, el duelo también… el sacacorchos de la alegría...
todo se suicida...
la ventana está hambrienta, el metal de la ruedas que chirria en esta selva gris…
Pero la ventana me da fuerzas. La inmortalidad es una idea terrorífica. El rojo me devora los registros… y el caos se acumula a los pies de mi casa
en la selvas de mi desengaño.
Desiré ya no está más… y el mundo no está demasiado contrito… el recuerdo esta marginando las flores, su realismo me invita a la reflexión.
Destrozare ahora la ventana roja, y mirare a la soledad cara a cara, una vez más.
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Aquel dolor tan extraordinario le enriqueció la síntesis de sus pasadas alegrías. La inútil delicadeza de la muerte era causa de reflexión continua. Tanta soledad, y tanto mal sin querer realizarlo.
Tanta majadería que tiene la vida, para terminar anclada entre las ramas del espíritu de la foresta.
Y aun así el esperar las visitas que pronto atolondrarían a las monas que furtivas la observaban, la dejaban ingrávida.
Boy llegaría mañana y Cheeta el siguiente mes… Los fantasmas que regentan recuerdos, ya habían aparecido esta mañana, y el siguiente relato germinaba en su aliento… una tierra huérfana de amor… lágrimas vertidas sin cesar entre las nieblas del mar, el cielo que se abre turgente para dejarnos ver la Tierra del Cisne…
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
El asesino de pollos de los martes, tuvo la indulgencia plenaria el miércoles por la mañana.
Cuando mi madre me decía "ten cuidado con las serpientes que no son venenosas"
No la entendía.
Ahora sigo sin entenderla, creo que jamás lo haré.
A mi trastocada alma,
si la entiendo,
con claridad meridiana.
Tanto odio que se confunde con el amor más despiadado Tanto reproche, ocultando una pasión sin costuras. Quizás mi alma era mi serpiente predilecta.
Con la que aprendí a asesinar los pollos de los martes. Esperando despierto toda la madrugada.
A esperar el perdón de mi conciencia.
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Y ahora escribo la carta que hace tanto tiempo prometí. Y en ella te reconozco,
pálida y plena...
aromática y selvática.
No puedo detenerme en los detalles,
he de abarcar tanto y tan deprisa...
antes de que salga mi tren de los martes.
He de hacer las maletas, y son tantas cosas que he de llevarme. Pero no quiero partir sin dejarte el tesoro más preciado,
mi ramo de claveles, con los que despedí mi juventud....
Claveles que te dejo en herencia,
pues el asesinato de pollos es demasiado para mi...
Debería de cometerlo en Domingo...
pero las iglesias están vacías ya...
y la guerra de los pollos es demasiado cruenta para un día tan festivo...
Tan festivo como el día en que aposentaste tu delicada mano en mi cabello,
y con la daga de tu mirada cortaste mi tierno pescuezo.
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AVISO IMPORTANTE:
Para la realización de este escrito no se ha maltratado a ningún pollo, y por supuesto no se ha asesinado a estos hermosos amigos...y por extensión a ningún otro animal...aunque a algunos de esos que van a dos patas y llevan corbatas, y tanto les gusta mandar...NO SE, NOSE!!!!
(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Prologo:
Que cuenta la noticia del dialogo entre el ballenero japonés Taiky Toho,
y la ballena Waldemar Whale.
En la que el ballenero arrepentido de sus muchos crímenes anda contrito ante la voluntad de perdonar de la ballena.
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-Se me representa un nuevo mar, Waldemar Whale… un instante más, desplegada la armadura de sueños, cimbreante el arnés de pescador…
sin motivos, solos la historia tú y yo.
-Taiky, mago de esperanzas...dame la mano…
vamos,
anunciemos el declive de la autoridad,
salgamos a la lluvia por una vez, en alta mar,
cantemos el balanceo de la costa más lejana.
-Ahora el espigón de los locos queda lejos Waldemar, hagamos un fuego en el océano…canta amigo, el espliego de mar. ¿Dónde quedara mi arpón de sangre y trueno? Siempre lo supe, Waldemar…tu música al final vencerá.
-Cuando solo queda un recuerdo de manada…
¿Qué más da, Taiky Toho?
¿Qué destino de soledad me has de infligir?
Pero, aun y así canta conmigo…y el mar se volverá blanco por una vez.
-Permite me desnude Waldemar Whale…está haciendo calor, y el agua promete la sensación de la caricia tibia, y el suelo desde el que te hablo es una fría ilusión, y el dueño del mundo es de hielo y confusión.
-Taiky, ¿si pudieras, ¿me harías un favor?,
quítame los vestidos de cicatrices…
quiero volver a sentir el mar…
y luego acaríciame el torso… (siento tú canto, tu complicidad.)
-Me estoy volviendo loco Waldemar… tanto dolor por mi hambre en tu costado… ¿Cuántas vidas he de morir para poder ser tu bálsamo? ¡Waldemar, mata el vestigio de mi humanidad!
-Taiky, ¿de verdad consentirás otra atrocidad?
¡tan solo son mentiras de tu dueño!…
solo hemos de cantar,
y la verdad ya no volverá a estar desnuda jamás.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty ( Walking in the shoes of Sinda Mabué…entre la ballena y el japonés)
(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Prefacio:
“Mi dinero es un esqueje mas de mi codicia cotidiana”
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El vestido lo tengo de ayer,
y ayer solo fue otro día más…
Y en el trueno de la medianoche siempre quiero reservar ticket. Cuando me miro en los espejos y reconozco el sarcasmo en cada arruga.
Y el delirio será inviolable, cuando la plancha me reclama y su camisa me espera aturdida de líneas y curvas sin sentido.
Ayer solo fue otro día más,
y anteayer fue un día como el martes que viene.
La locura solo me visita tres días de cada Luna… y en promoción especial la alivio con los descuentos del “Carrefour”, que las tecnologías modernas no llegaron todavía a mi entrepierna, que no me da para tanto su limosna del mes.
El vestido lo tengo de ayer, y también se que mañana estará colgado de mi piel, como se que el trueno del anochecer, sin mi…
volverá a partir.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Concepción Velasco Alvarado…perdiendo los boletos en la feria de su piel)
(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Prologo: Historia real de una infidelidad perdonada, que de momento, y esperemos que dure, no se ha vuelto a suceder. Mi gran y genial Concepción partió de Granada con ganas de revancha. Por el camino a Barcelona, su animo se atempero... y al final le gano el amor.
Pd. El tipo, no era mal tipo... pero la Concepción es mucha mujer, de un solo perdón, y ningún olvido
Prefacio: “La duda de mi contratiempo, es el germen de mi valentía”
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Salgo de Granada hecha un salero,
con mis pies rebosando de la dicha. Que por tus estropicios conyugales morir de rabia no quiero. La vida me escupe la realidad,
y ya no me queda más fango que la verdad, mas duda que el camino,
que si a tu puerta me vengo,
o me largo mar adentro.
Cuando la ventura me trae a Guadix ya me redimo de mi misma, y al pasar por la Mora, y ya no sé si estoy derecha o parece que este en cinta, o será que el rumor de tu pecho ya no me da tregua y solo de ti tengo el desasosiego, que me cose por dentro, que las heridas son de cierva herida en mi ego.
Sin darme cuartel, mi camino me lleva a tu encuentro. Sin darme tiempo de respirar, y sin sangrar los lamentos.
No sé ni tan siquiera como termine en la arena de San Carlos, y ya me empieza a escocer el aire de tu ausencia, que me tiene clavada con mil flechas
Al llegar a Barcelona, me repongo de la algarabía de este corazón de sal que por ti tanto sufría, y dispuesta al perdón, y al desenfreno siento que me arde el vientre y me tomo un vaso de sal “Eno”
Y ya me esperas, maldito, con tu carita de niño bueno, con tu salitre intacto y tú culpa de escaparate, con tu miel amarga y tú bendito veneno. Y te veo… y te deseo…y ya estoy dispuesta para el siguiente disparate
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Concepción Velasco Alvarado…si no lo cuento… ¡reviento!)