Una partida de ajedrez querida niña, cuando aprendimos a conocernos en las inocencias mas desatadas.
Recuerdo tu sonrisa de niña todavía. Tu tristeza cuando marchaba, y te quedabas tan angelical con tu reina intacta y yo me sentía tan deshecho por dentro con mi rey en deceso que me dolía cada paso que daba al abandonar el tablero de nuestro juego
Cuando la tarde moría, tu luz la llevaba encendida en mi rostro de alfil perfecto
Y en aquel lugar donde te encontrabas, tan desangelado, tenías en tu regazo, todos los cuadros blancos y negros, que yo intentaba retener en mi memoria deshecha por tanta pena
Tantas cosas que te llevaste al rincón de nuestro ajedrez.
Y ahora que las lágrimas me dejaron tan deshecho y anegado te quiero recordar con todas tus piezas intactas, siempre blancas e inmaculadas
¡¡Jaque mate!! Tantas veces gane perdiendo. y ahora que aun sigo desfalleciendo en este tablero deshecho, solo descubro algún reflejo de ultimo peón de tu táctica y estrategia,
y pienso en lo que tanto gane y luego perdí
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of The Ghost of the Shelf)
(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)
Prologo:
Hombres, no hay mejor compañera de vida que una mujer verdaderamente libre.
Mujeres que de una vez y para siempre pasen de ser objetos deseados, a ser... mujeres deseantes.
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Desde que Tristán se fue…Isolda teje el frio en la vereda de Tintagel. Desde que Lanzarote marchó... Guiennevere calma el estío con sus lágrimas de invierno
E Isolda se aleja del dolor. E Isolda se funde en las olas bajo el amor y el coral.
Guiennevere en el jardín… Regando azucenas, el frio se hace el destilado perfecto. El frio de Isolda, amanecida Isolda, sin heridas de cuchillas.
El “mabinogi” habla de la osa polar, de acercarse hasta el jardín de las hojas muertas de Tintagel, donde el frio de Isolda se hace región de la vida.
Las cuatro esquinas de la montaña blanca se hacen nostalgias, de vida y de visión inmaculada. El rey Marke muere de celos al acercarse a Isolda…de amor y de dicha…y de frio intemporal.
Guiennevere, escribe cartas que nadie recibirá. Guiennevere es tácita con la vida que arroja su sombrío destino. Guiennevere, se desliza en los sueños de Isolda y la hace cómplice de consuelo. Guiennevere es el espejo de Isolda cuando llega el amor en invierno...cuando todos los Tristán y Lanzarotes de la vida de la mujer parecen vivir en la nube de sus sueños.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Jesús Gonzálvez Galán…en el borde del acantilado de los hombres que no aman de verdad a las mujeres)
Que gran idea tuve hace unos segundos después de darle vueltas y mas vueltas a la manecilla de este aturdido reloj sentimental que ahora cuelga de mi yo interno.
Los viejos camaradas espían cualquier decisión, esperan escondidos detrás de algunos cuadros comprados en el bazar chino, esperan el disparo como si fuera la señal de partida.
Cuando el estampido del ultimo tren resuena en mi caverna, cantaran las horas desnudándose en minutos y segundos. Los viejos muchachos recelaran de mi ultimo segundo, y terminaran su café justo antes del anochecer.
Lastima de viento alquitranado, no me reserva ninguna sorpresa tal opacidad. Dentro de algunos segundos espero poder terminar la docena de christmas que he de entregar a mis viejos muchachos.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Chtulhu)
Si, soy un perdedor... Pero hoy no te quiero hablar de mí, o bueno, quizás sí.
Un día harto de perder en tres dimensiones,
probé la cuarta dimensión. Nada de perder longitudinalmente. Nada de perder latitudinalmente. Nada de perder en lo profundo.
A partir de ahora perderé mas allá de cualquier talento geométrico en 3D.
Probaré a perderme en una orilla de cualquier pensamiento... Y recogeré las flores marchitas,
para regalárselas a doña Anita,
la dueña de la administración de loterías de la calle del Clavel.
Probaré perderme en un antro de absenta... Y utilizaré el color verde para mí capa de pesadumbre y "stress" ( en mi caso "sdoss")...
Nada de formulas trigonométricas en donde flotar libre del influjo de la suerte... Una merienda sin vino ni uvas en la ladera de un volcán en llamas...
y una moneda que siempre me ofrece cruz...
Nada de carreras de fondo, en donde el pódium llora amargamente por mi ausencia... Mejor perder en la fila del supermercado de la suerte...
Mi mala suerte...es mi única suerte.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Petunia Peres "Pepe")
Entre el alud de emociones que te asisten y esa programada respiración que te conmueve, viven dos ángeles que disputan por los mundos que una vez imaginaste crear, o que quizás aún no los pienses, pero viven en cada una de tus acciones. Es ahí donde te ubicas en cada árbol y flor en los montes, ríos y valles. Es ahí a donde deseas pertenecer... a ese lugar escondido, donde la disputa languidece, y puedes seguir diseñando mundos oníricos...
Quizás pueda ofrecerte uno nuevo pero qué ya conoces...quizás.
Lo cierto es que el tiempo anda algo sucio…algo habrá que hacer.
Chapter two: Evangelión:
Hace años creo recordar me despertaba herido de sudor. Mis ojos extrañados recordaban cosas más extrañas aun. Vivía rodeado de estupidez...pero creía amar esa estupidez. Nadaba en ríos de fango evitaba caminar bajo la luz del sol. Las farolas eran más apetecibles porque alumbraban mi dolor, pero la miseria quedaba oculta a mi alrededor. A su luz evitaba mirarme como realmente era.
Ocurrió que un día me levante con sangre en los pies y en las manos y una corona espinosa rodeando mi cráneo. En cada púa incrustada un recuerdo de dolor. Ya no pude más. E inicie el camino hacia esos mundos que habitan en ti.
¡Creo, me hará bien!
Pero lo cierto es que el tiempo anda algo sucio…algo habrá que hacer.
Chapter three: The Questions:
¿Cuánto hemos tenido que soportar este anhelo de deseo? ¿Cuántas selvas incoloras hemos domesticado?
Y aun así ¿Cuántas quedan por sufrir? Amedrentar esos ángeles estúpidos que tan mal entretenida te tienen,
esa es mi misión para estos días...además de poner una lavadora.
¿De dónde sacare las fuerzas cuando estas han decidido una huelga indefinida?
Cada año un pedazo más de amor y de dolor que sumo a estas letras ¿serán suficientes?
Al final de todo solo quedara nuestro recuerdo mi dulce amor.
Ahora disculpa, he de poner a secar el tiempo que lave
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Mon Gessami)
(Extracto de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)
Resignado a la molicie sin sentido,
recogió pertenencias y quehaceres
y los escondió dentro de una terapia de grupo.
El aire era estúpido esa mañana.
El mar era solo un recuerdo de extrañas concordancias luminosas en contraposición con la sublime profundidad del carbón.
Cada gota de gas, cada burbuja de agua, le recordaban la inestimable ausencia de ausencia,
cada poro de las estructuras del perro que le acompañaba, le indicaban el camino aéreo que debía recorrer…
Con cuanta malicia el tránsito aéreo le impelía hacia los arcenes de las cordilleras…
Las hélices helicopterales le servían de alivio al ánimo del sol, y cuando el globo de las sensaciones meteorológicas le insinuaba un refugio orgánico, se instituía en el santo de las matemáticas esféricas.
Miles o quizás millones de organismos unicelulares se adherían a su cabello, a las plantas de sus pies…Le hablaban y el se hacía el sordo, y sin gloria se torcía los tobillos para sentirse mejor que un astrolabio abandonado después de hacer ver las estrellas muertas desde que Ptolomeo y Arzaquiel miraran al éter después de una merienda en los patios de las mimosas y jazmines anochecidos.
Ibn al-Shatir le enseño a mirar de cinco esféricas formas diferentes lo que siempre había soñado…y entre cúmulos de esporas circulares enveneno las disueltas partículas de las plumas que le llovían desde los planetas de su pasado.
Los yogures serian servidos otra vez mas para precipitarse de nuevo en suicidio colectivo.
Y caer de nuevo:
Sobre los baños turcos,
sobre las horadadas rocas de la playa,
sobre Extremaunción y Encarnación,
sobre los productores japoneses de inmaculados engendros,
sobre y detrás de la luna llena cuando esta enciende los cabellos, garras y colmillos.
Para caer y desplazar los servicios lácteos en Sudamérica,
y quizás para llenar por una hora el mar de los cetáceos.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Sinda Mabué)
Waldemar Whale (Fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)
(Lastima de milenios, sustitutos de las gotas de agua )
(De vez en cuando un poco de Anarquía no viene mal... aunque esta esté ferozmente sedienta)
Prefacio: “El océano está seco ¿saben?, los ríos también, los desiertos son una pesadilla de ausencia Durante los últimos mil años me dedique a contar olas…piedras y batallas… (ganaron por mayoría estas últimas, por supuesto) “Pobre e insufrible humanidad…“
La sed
¿Saben? la mañana en la que me bebí el mar, éste estaba encrespado, rugían sus olas con el mayor desatino posible. Aquella tarde, tuve fuertes dolores la acidez me descoloco, se ensaño la muy maldita.
Siempre pensé que fue injusto lo que la humanidad pensó de mí, siempre malinterpretando los sucesos.
Pero lo cierto es, que algo de razón teníais, posiblemente más de lo que os imagináis, ¡Pero, tenía tanta sed!
Y así empezó el interludio, un paréntesis desolado, el final de aquellos días anteriores se me antojan muy felices, la perspectiva suaviza las mentiras.
Los años que siguieron fueron como estrofas de una canción de verano,
repeticiones incansables en el oscuro marco de los deseos adormecidos.
Solo los recuerdos, ponían paz y una pizca de armonía y la sangre reposada formaba lagos rectilíneos sin un asomo de temporal, sin bravuconerías.
Las artes de la introspección, no tuvieron secretos para mí al norte lo convertía en sur con pasmosa facilidad, fui santo de las brújulas por aquel entonces.
Los milagros eran cotidianos, y las marsopas acaudillaban los reinos sin intransigencias ni nepotismos modernos. Solo la vez que me daban era suficiente pago para mis inquinas.
Pero tan sublime y pausado caos tenía que perecer al final, el desierto de las leyes promulgadas en terrenos intelectuales, se convirtió en la morada de la humanidad.
Y los vergeles de la codicia caótica, pronto se volvieron leyenda, pero la semilla se había plantado.
Y así ocurrió que la poligamia del futuro perpetró de nuevo hijos inmaduros... para volver a engendrar la "Sed"
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Waldemar Whale… atrozmente sediento) (transcrito del cetácico por Ernest Bernal)
(extracto de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)
Prefacio: “Puedo en un grano de arroz, desarrollar un amor que sea terrible y atronadoramente apasionado”
Nuestro amor se hará cada vez más pequeño. Lejos de tormentas y ciclones se convierte nuestro cariño en el pozo de los desagravios, morada de las calles rotas.
Nuestro amor se hace microscópico inteligentemente inadvertido, para mirar sin ser visto, para soñarlo e imaginarlo, y desearlo en la negrura del infinito.
Un miércoles al amanecer te vi desaparecer en un poro de mi piel y yo me fui detrás a lo más oscuro de tu ser.
Un miércoles al amanecer nos despedimos del trajín de los días, sin equipaje ni tickets, sin pasaporte, con la sola devoción del tú y el yo.
Desde entonces viajamos en este nuestro universo, en las montañas que forma nuestra sabana, alimentándonos de la caza y la flora que nos perteneció cuando fuimos hermosos en nuestra saludable pequeñez.
Y así nuestro amor se hace cada vez más minúsculo, con nuestra esencia prendida, con nuestras almas escondidas.
Shhh... nadie lo sabrá Shhh....nadie nos oirá
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Carol Lumieré…limitando con el mundo de las cosas inadvertidas)
(fragmento de mi obra Archipiélago del Miércoles Aéreo)
En cuanto a merecer algo distinto de lo que tengo, solo puedo discernir un aluvión de plumas cayendo sobre mi espalda arrullándome lentamente.
En cada sensación, disminuida mi conciencia, doblo la vista para poder alertar mi mundo ante la invasión de seres de otros universos.
Las plumas dejan salir esferas diminutas de entre sus láminas fulgurantes y delicadas las luces venenosas me hacen señas llorando por el yogurt caído en la flor de la vida.
¿Cómo puedo aterrizar sin sufrir descalabro, cuando la esfera que me contiene no tiene vida propia?... ¿acaso no tiene el sabor lácteo vegetativo que se le supone a las plumas invasoras?
Cuando el silencio se hace niño amamantando, te veo dormir entre las plumas caídas, y que hermosa estas, con tu perfil de “Mafalda” estilizada y tus desordenados dedos ante tu boca hambrienta, llenando la cama en cruzado despliegue femenino.
Este martes al anochecer, renunciare a mi cómodo infierno de diez millones de kilómetros cuadrados, por los mil centímetros cuadrados del paraíso de tu cama.
Cuando las plumas lácteas vengan a ofuscarme el delirio, buceare en tu piel, perderé parte de mi esencia en tu interior…para siempre amor, para siempre…y por última vez, para nadar entre las plumas de otro mundo.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Jesús Gonzálvez Galán.)
Encarnación
y Extremaunción…en
el ático de las culturas y las modosidades de colores
(Divisiones…y/o ¿Multiplicaciones?)
(Extracto de mi obra "Archipiélago del Miércoles Aéreo")
Encarnación-
“no creo que jamás haya estado enamorada de los perros del
amanecer”
Extremaunción-
“no creo haber estado en el amanecer del huerto debajo de las
ventanas que te iluminan”
Encarnación-
“el habito que regale a las sombras de tu discordancia lo encontré
hendido en las mangas, manchado de savia y rojo de estercolero”
Extremaunción-
“los hábitos que señalan mi disconformidad eran el cielo para ti,
eran las azucenas en el verano de la caricia que te dedicaba…no
habían mas savias que las que mantenían tu jardín en mi corazón”
(En
televisión ofrecen la noticia del 20 aniversario del maremoto y el
consiguiente nacimiento del archipiélago más famoso…el de las
ballenas)
Encarnación-
“un maremoto me haría falta, un archipiélago relleno de heridas
cicatrizadas...en donde poder olvidar el desamor, la rabia, y la
desidia”
La
canción de Encarnación:
Un
mundo...una nada
El
mundo se desvanece por todas partes, y en el minuto
último siento la gratitud por tu agradable calidez.
Pero
el minuto llega a su fin y el cielo cae a mis pies, y con él la
luna sincera envuelta en lluvia satisfactoria.
Siento la
hartura de mi sangre envenenada y si canto mi canción se
que tendrás que llorar.
Cuando el mundo vuelva a girar ya
no seré la misma solo en tu cielo y tu noche, seré extranjera
otra vez.
Mi historia solo la escribiré yo porque mi
libertad es tan válida como tu antojo, suave colina hacedora
de milagros.
Porque en mi mundo no reside el aire que
necesitas, porque en mi mundo las canciones suenan huecas,
Y tu vientre jubiloso se desharía en mil tormentas al oírme
cantar la nada y al sentir que no hay nada.
Extremaunción-
“¡calla mujer!...los mordiscos de la vida ya son lo suficiente
melodramáticos…el amor, de la jaula quiso señor, y el amor canto
feliz entre nidos de añoranza”
La
canción de Extremaunción:
Una
noche de estas
Esa
estatua que se me parece, inmóvil vigilante de mis vigilias, que
observa el camino desandado y reclama su parte del botín
interior, huesos de mis huesos, la niebla de mi sombra
enquistada penumbra de mis ojos aturdidos, compañera indolente
de salvaje energía que pena y peregrina en los altares donde
erguí mi insaciable masculinidad y donde perdí lo que nunca
encontré.
Estatua, ser vivo si te comparo, ser arrogante si te no te sirvo, serás la lanzada en mi costado cuando
me retenga cualquier noche de estas… y así serás la que dejes
caer la piedra por mis pecados...
Encarnación-
“hay un convento de monjas al borde de la extinción,
Extremaunción, salir a la calle y besar las papeleras podría ser
mejor que las jaulas de la molicie más desesperada”
Extremaunción-
“todos los desayunos los cambiaria por la canción de Alicia y la
triste Estefanía…y velaría armas en las bodegas, en donde se descargan las suturas con las que amarrar el amor que se me despide”
Encarnación-
“en este nuestro bien amado ático espero que la luz fenezca. ¡Pero espera!, me parece oír en la lejanía cantos y voces de
melancolía…y más lejos aun las lagrimas de la vecina del primero,
y los sonidos de la nada de los habitantes del sótano”
(En
televisión ofrecen un estudio sobre las medidas de la FAO para
erradicar la hambruna que asola Sudamérica, Asia y África)
Extremaunción-
“Encarnación, corazón azul, pienso a menudo sobre nuestros
vecinos…nosotros dividimos por 2, los chinos de debajo nuestro
dividen por 6, los peruanos del primero lo hacen por 10…y los
guineanos del sótano por 13.5”
Encarnación-
“ojala estos vecinos algún día puedan dividir por menos, y quizás todos podamos multiplicar por mas. Que porquería de desigualdad mundial”
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of "Los ancianos del ático") (texto registrado)
Volando vuelvo a la escuela, a los partidos de rugbi, y a los encantes domingueros.
Me pedí online un nuevo tren de aterrizaje ven que maravilla …con servofreno.
Ahora retomo las alturas, y me asomo a los cerros como un dron desquiciado buscando a mi mamá.
Y la mamá no anda mucho de ultimas. Puso la lavadora y se le escurrió el agua al piso. Y yo con mis alitas de ángel desafío a mis clientes a que le echen una mano... o dos.
El papa anda de ajetreos. Salimos a pasear sobre un zepelín dorado. Toda la lluvia en una hora como cantos rodados sobre mis alas... y los aterrizajes sin instrucciones
De pronto hospitales y noticiarios, de pronto un sueño de infancia troceado.
Torturado, mi padre pide su purgatorio. Mi madre mira el horizonte donde el hijo vuela de nuevo
bajo un alud de almohadas.
Mirad... ¡¡¡he comprado online un paracaídas!!!... que mala noticia.
los saltos y cabriolas, las crines libres al viento, nuestros cascos brillando en la oscuridad antes del alba, la locura atesorada en las pupilas, alas en el corazón en la llanura de la meseta lunar, en el estanque de plata, la alta hierba,
y el bosque de las bayas blancas,
tan hermosas como prohibidas.
El día del dolor llego una de nuestras patas eligió rebelarse.
Ya no habrían mas galopes colina arriba
para llegar al estanque de la Luna y adorar su brillo de nácar.
Ahora trabajamos cosidos a una carreta junto a otras patas dolorosas.
Cada día el mismo trayecto abyecto junto a otras crines deslucidas. Cada día la rutina comprando tickets para ir no sabemos donde.
Y aun así seguimos soñando con el bosque de las bayas blancas. Y aun así soñamos con su sabor prohibido y peligroso.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Petunia Peres)
Abro los armarios de los hoteles, vidas reveladas en su interior, vestigios criminalmente absurdos.
En la carretera que lleva a la granja halle una vieja bicicleta abandonada.
Embarque en la chalupa, e inicie un viaje de 35 metros en el mar encrespado.
Decidí subir al limonero, quería establecer un hogar entre hojas y frutos, hallar un trabajo inoxidable, beber guines cada noche con alma de patibulario.
Pero en la caseta de perro abandonada instalo un arsenal, y un gimnasio con piscina y guillotina, sala de taxidermia, un bello jardín de algas lacustres, tonos amarillos, mix de perfumes...y mucha sal
Mas tarde iré al cine...o quizás no vuelva a salir de casa … Hoy llueve dinamita
y papeletas de antiguas elecciones.
La antigua ermita vuelve a estar habitada por un espíritu tímido ¿Sera el fantasma de James Dean?...
Todo esto lo vuelve mas difícil pero hay que seguir intentándolo.
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty....intentándolo otra vez
"Mírale ahora al borde de la carretera desafiando el tráfico antes del alba desafiando al cielo. La noche se nueve..."
Escribo sobre los ingenuos después de aprender todos los trucos contando historias de meritocracias sobre raíces inexistentes.
"Mírale ahora, ebrio en el bar agarrado a un silencio en esta noche inquieta desafiando al lunes. La noche se mueve..."
Un instante de reflexión mientras le doy cuerda a mi corazón, y pueda volver a reír desde el fondo sin un rencor, triste recurso para agarrar ese tren.
"Mírale ahora, acariciando el viento en esta noche inquieta esparciendo la semilla que crecerá inmadura desafiando la vida. La noche se mueve..."
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty...moviendo la noche