El Brillantez en la esquina…en compañía de Chester (el perro de Lady Finley)
El Brillantez
Soy
la extravagancia
de la luz que se desprende
de la ínfima
partícula
del cometa más ínfimo,
pero mi luz brilla
sobre ti
y es para tu alma
la conciencia de tu espejo,
la
luz que adorna tu mirada…
De Mom Jessami…deseoso de ser el destello
La esquina es mi patria desesperada
mi occisa y asombrosa bandera,
de naturalezas muertas
y soledades mal acompañadas.
El velo es opaco esta noche…
y ya la ceguera es firme en mis manos
y en mis órganos más decididos.
Amenaza lluvia (como de costumbre, en las cumbres suele llover).
Dos polillas destrozadas por el amor vierten al éter su danza,
dos polillas, y el rostro que las mira es el padre de su pasión.
Carol y Concepción despliegan el paraguas de ternura,
(la lluvia es la menos mojada de sus emociones).
Chester se acerca a roer el amor que se desprende de sus talles,
el pan esta mojado ya, el horno se enfrió en la primavera aquella vez.
Un ajuar, verdadero éxito de la desesperanza
es tenido de más en los trasteros…el tragaluz se invade de nostalgia,
la lluvia no perdona a las rosas de alabastro
una en cada rincón del cuarto de baño…
y en cada una un consuelo y una vela de brillantez.
“Mira amigo, yo tenía un saludo para ti,
un cariñoso abrazo de ballena azul…
para que te sintieras como en casa,
solo es necesario llevarlo a santificar, amigo…
un verso se puede desconectar del poema,
y volar libre por una vez
pero la brillantez me cierra los ojos
hace estragos en las mareas de la fraternidad…”
(¡Chester! escucha el cambio de mi voz)
La hermosa panadería ya cierra sus olores,
ya los mítines secretos empiezan a mostrar sus encantos.
¿Qué cabeza es más hermosa? la que rejuvenece miradas…
o la que endulza las cicatrices más antiguas?
Ahora, en este preciso instante en que la tormenta me sacudirá,
deshago el velo de la pasión…rompo los cuadernos y las fotografías,
me voy…y me interno en las montañas de la locura,
no quiero mirar a los ojos del desencanto,
ya me tortura la insoportable falta de espíritu.
Dejare de jugar a las canicas,
dejare de resolver las estelas de la música,
comeré tan solo lo que las esquinas me deparen,
esperare, esperare un millón de años más en la tumba de mi histeria,
y todo para nada, quizás.
(Chester mira la oscuridad, escucha el dialogo de tacones con el empedrado)
Chester mueve el rabito feliz, y Lady Finley ya estruja su pequeña alma de can…
me mira silenciosa, sonríe y en su boca, el pasado y la estulticia del mundo me insultan, y me destierran otra vez.
Ya las farolas son mi hogar, el velo se rasga por cuarta vez, la lluvia me acompaña.
La soledad mal acompañada se despide de las polillas fragorosas,
el cielo es eterno, el mundo de la noche pierde la magia….y yo…
y yo sueño con dulces panaderías, con estrellas sin firmamento,
sueño con el amor tan poco disciplinado,
y retraigo en mis intestinos la última cena de pasión.
La brillantez me clama y me invade,
y ya mis polillas me tiemblan en las manos…
Autoría: Ortunyo Benjumea Mcnulty (walking in the shoes of Jesús Tóbal Gonzálvez Fernández Galán Amador)…brillando en la oscuridad
(texto registrado)